Qué es la siringomielia

Se entiende por siringomielia la presencia de un quiste o cavidad en el interior de la médula espinal. La palabra siringomielia deriva del griego syrinx (tubo) y myelos (médula), y significa “médula en forma de caña o flauta”. El quiste puede contener líquido cefalorraquídeo, lo cual es habitual en la mayoría de los casos en los que la siringomielia se debe a un bloqueo de la circulación del líquido cefalorraquídeo, o bien puede estar formado por un líquido sanguinolento si es secundario a un tumor o a una malformación vascular.

Aunque los quistes medulares se localizan fundamentalmente en la región cervical, pueden agrandarse y extenderse a otras zonas causando, entre otros síntomas característicos de la siringomielia, dolor, debilidad, rigidez y pérdida de sensibilidad para el dolor y la temperatura.

Esteine, en el siglo XVI, fue el primer autor que describió la existencia de cavitaciones medulares, aunque fue Oliver D´Angers (1827) el que utilizó por primera vez la palabra siringomielia. Finalmente, fueron Schutze y Gowers quienes, a finales del siglo XIX, describieron de forma completa esta enfermedad.

La incidencia de la siringomielia es de 8,4 casos al año por cada 100.000 personas. Afecta tanto a hombres como a mujeres, siendo ligeramente más frecuente en estas últimas. Los síntomas pueden aparecer a cualquier edad, aunque suelen hacerlo entre los 25-30 años y evolucionar de una forma progresiva.

Ante la sospecha de una siringomielia es necesaria la valoración por un neurólogo especialista y la realización de una resonancia magnética nuclear (RMN), que es la prueba diagnóstica de elección para este problema.

El tratamiento para la siringomielia es la cirugía, pero ésta no siempre es curativa. En estos casos, existen otros tratamientos alternativos que buscan controlar el dolor o realizar ejercicios de rehabilitación para conservar la movilidad de músculos y articulaciones.