Teniasis
Resulta escalofriante pensar en un gusano de varios metros de largo viviendo en nuestro cuerpo. Es la solitaria o tenia, un parásito cuya infestación afecta a millones de personas sin que sean conscientes de ello.

Qué es la teniasis

Ilustración de una tenia en el intestino

A la tenia intestinal también se le llama solitaria porque es hermafrodita y no necesita a otros individuos de su especie para reproducirse.

Por: Dra. Sari Arponen

Doctora en Medicina, especialista en Medicina Interna y experta en microbiota

Actualizado: 21 de septiembre de 2022

Las tenias son gusanos parásitos, y algunos afectan a los seres humanos, produciendo una infestación intestinal, que habitualmente no da muchos problemas. En otras ocasiones, Taenia solium sí puede producir cuadros graves si se ingieren sus huevos, por mala higiene fundamentalmente. Pensar en tener un organismo completo, un animal a fin de cuentas, viviendo en nuestro interior, resulta profundamente desagradable.

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La Taenia saginata, que se adquiere comiendo carne de ganado vacuno infestada, mide entre 4 y 12 metros de largo, aunque se han llegado a encontrar gusanos de 25 metros. Cada tenia adulta tiene 1.000-2.000 proglótides o segmentos, rellenos de huevos. La tenia porcina o Taenia solium mide entre 2 y 8 metros. Taenia asiatica es una especie que se encuentra en algunos países asiáticos, y que mide entre 4 y 8 metros de largo.

A la tenia intestinal también se le llama solitaria porque es hermafrodita y no necesita estar en contacto con otros individuos de su especie para reproducirse. En el intestino, cuando hay infestación por una tenia, suele haber un único gusano adulto. Hay millones de personas portadoras de tenias intestinales en el mundo. Como a menudo son infestaciones asintomáticas es difícil saber el número real de afectados. Hay zonas en África y en Asia donde una misma persona puede tener varios parásitos distintos, incluyendo las tenias.

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La neurocisticercosis es un problema mucho más grave, que se produce cuando se ingieren huevos de Taenia solium. Si las larvas de este gusano van al cerebro, se forman quistes, que pueden producir complicaciones neurológicas graves como epilepsia. Se piensa que hay al menos 50 millones de personas en el mundo que sufren de cisticercosis. Es una enfermedad desatendida, porque afecta fundamentalmente a zonas pobres con pocos medios para evitarla.

Afortunadamente, la teniasis intestinal, una vez que se ha diagnosticado, se puede tratar con un fármaco que mata al gusano; luego se debe expulsar por el ano. En esta fase de expulsión hay que ser muy cuidadoso para no ingerir los huevos. La neurocisticercosis, en cambio, puede requerir tratamientos más complejos, incluyendo la cirugía para extirparlo o tratar sus complicaciones.

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