Tratamiento y prevención de la teniasis
Actualizado: 29 de julio de 2022
El tratamiento de la teniasis intestinal es bastante sencillo. Se hace habitualmente con un fármaco antiparasitario que se llama praziquantel. Otro fármaco que se podría utilizar frente a la tenia o solitaria es la niclosamida. Ambos se utilizan en dosis única, de 5-10 mg/kg de peso en el caso del praziquantel, y 2 gramos en el caso de la niclosamida (la dosis es distinta para los niños y depende de su peso).
Con los fármacos lo que se consigue es alterar la entrada del calcio en sus células, lo que hace que el gusano tenga contracciones musculares y acabe paralizado; además se le hace susceptible al sistema de defensa del huésped. Finalmente, lo que se consigue es que se suelte de la pared del intestino y se expulse por el ano. Hay que administrar un laxante después del fármaco antiparasitario para que no se queden proglótides o huevos retenidos.
Como se muere el gusano adulto, pero no los huevos, hay que tener mucho cuidado para que no se produzca, cuando se expulsa, una infección o diseminación por esos huevos. Después de administrar el tratamiento para la teniasis, habría que examinar las heces hasta tres meses después para confirmar la curación y la eliminación de todos los proglótides y, por lo tanto, de todos los huevos.
La neurocisticercosis requiere un tratamiento más complejo. Sólo se darán antiparasitarios si el cisticerco no está muerto. Se utiliza sobre todo el albendazol. Al principio del tratamiento se puede producir una inflamación de la zona, con un empeoramiento que se puede paliar con corticoides. Los corticoides por sí solos a veces son suficientes. Otras veces puede ser necesario recurrir a la cirugía, que en la forma ocular es el único tratamiento.
Prevención de la teniasis
Para prevenir la infestación de una tenia o solitaria lo más importante son las medidas preventivas de salud pública a seguir en varios ámbitos: medioambiente, salud animal, y también la higiene humana sobre todo en la manipulación de los alimentos, el cocinado de los mismos y, por supuesto, evitar la dispersión de las heces por el medioambiente.
Además, se puede administrar tratamiento al ganado de forma preventiva.
Por otro lado, el personal de laboratorio debe ser muy cuidadoso para evitar el contagio cuando examinan muestras de heces.
Creado: 11 de noviembre de 2016