Terremoto: qué precauciones tomar antes de que se produzca

Terremoto, movimiento de tierra, seísmo o sismo son términos prácticamente sinónimos para describir una situación similar. La Tierra está formada por placas que están constantemente en movimiento, y en ocasiones se pueden producir colisiones o rozamientos que se transmiten a la superficie terrestre en forma de vibraciones que conocemos como sismos, que varían según la intensidad y la duración. Hay zonas del planeta donde los terremotos son más frecuentes debido a su localización geográfica, por lo que es importante siempre conocer estas regiones y estar preparados con un plan de actuación en caso de terremotos.

Afortunadamente, en la actualidad existen herramientas como los sismógrafos que muestran la actividad sísmica de cada zona geográfica y ayudan a definir las que presentan un mayor riesgo. También pueden predecir con cierta antelación posibles movimientos, permitiendo que se puedan evacuar las áreas más propensas. Aun así, todas las personas deben tener nociones básicas sobre cómo actuar en caso de terremoto, ya que nunca se sabe cuándo ni dónde se va a producir, y en función de la zona del planeta donde ocurra y te encuentres, y de la escala alcanzada y las infraestructuras afectadas, las consecuencias pueden ser leves o devastadoras. El último caso reciente lo tenemos en el terremoto ocurrido en la frontera entre Turquía y Siria, con miles de fallecidos, heridos y desaparecidos.

Los temblores en sí mismos rara vez son la causa de muerte o lesiones, sino que la mayoría se deben a los derrumbamientos de edificios y las caídas de objetos, que al impactar contra las víctimas les causan fracturas, heridas, o lesiones internas. En este artículo se explican una serie de actuaciones que tienen como objetivo la prevención de accidentes y cómo se puede sobrevivir sin ayuda hasta 72 horas.

Qué hacer antes del terremoto

Como no se puede saber con mucha antelación cuándo se va a producir un terremoto es importante adoptar algunas medidas que contribuyan a minimizar las consecuencias y que, llegado el momento, se sepa cómo actuar.

Asegurar el hogar

Si la casa está en una región con alta actividad sísmica es recomendable tomar medidas para que el fenómeno no provoque daños excesivos y resulte más segura para las personas que residan en ella como:

• Proporcionar un buen anclaje a las estanterías, muebles y electrodomésticos que puedan volcarse y causar daños adicionales.
• Reforzar las partes de la casa que puedan derrumbarse, como las chimeneas y los balcones, además de las instalaciones de gas, eléctricas y de agua.
• Evitar colocar objetos muy pesados o delicados en estanterías altas, y no colgar cuadros ni espejos encima de las camas y sofás.
• Trazar un plan de escape de emergencia, y asegurarse de que todos los miembros de la familia lo conozcan y sepan cuál es el punto seguro de reunión. Establecer también zonas seguras de la casa donde poder refugiarse, como debajo de una mesa sólida.
• La secuencia “agacharse, cubrirse y agarrarse” debe ser de conocimiento general. Consiste en agacharse debajo, por ejemplo, de una mesa, agarrarse a algo que esté fijo y seguro, y cubrirse los ojos apretando la cara contra el brazo. Se debe ensayar con frecuencia esta conducta y que los niños la conozcan bien.

Kit de supervivencia para hacer frente a un terremoto

Es posible que después de un temblor te puedas quedar aislado y difícil de localizar, por lo que tener a mano víveres y herramientas es vital para la supervivencia y la espera de un rescate. Los elementos básicos en este caso son:

• Agua y comida suficiente para tres días. Un adulto consume aproximadamente dos litros de agua diarios solo en alimentación, y hay que tener en cuenta que una mujer dando el pecho puede necesitar hasta cuatro litros, y que temperaturas muy altas pueden duplicar el consumo. Es una buena idea tener latas de comida en conserva que se puedan almacenar, e ir rotando su uso para tenerlas siempre en fecha. Evitar comidas que provoquen sed, y ser conscientes de la necesidad de tener leche en polvo o alimentación adecuada en el caso de tener un bebé. Es importante contar con un abrelatas y los utensilios necesarios para la preparación de los alimentos.
• Linterna y pilas suficientes. Son muy útiles las autorrecargables con dinamo a manivela.
• Botiquín completo, con material para tratar heridas y medicamentos de uso general. Asegurarse de revisar las fechas de caducidad con frecuencia. Llevar mascarillas para evitar la inhalación de polvo también es una buena idea.
• Radio o televisor portátil a pilas y, de nuevo, baterías suficientes.
• Ropas adecuadas al clima; si es un lugar frío, es necesario tener mantas y sacos de dormir, y abrigos y calzado que protejan del frío.