Tos ferina
La tos ferina afecta sobre todo a niños y jóvenes, y es muy peligrosa para los bebés menores de seis meses, que pueden sufrir serias complicaciones e, incluso, morir. Por suerte, existe una vacuna para prevenirla.

Fases y síntomas de la tos ferina

Por: Sergio García Escrivá

Licenciado en Farmacia

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 2 de febrero de 2024

La tos ferina, o pertussis, atraviesa distintas fases desde su inicio hasta su resolución, cada una con sus propios síntomas. La progresión de la enfermedad se puede dividir principalmente en tres fases: catarral, paroxística y de convalecencia:

Fase catarral de la tos ferina

La fase catarral aparece entre los siete y los diez días tras la exposición (incubación) esta es la fase inicial de la enfermedad y suele durar entre 1 a 2 semanas. En este estadio, las bacterias van recubriendo la tráquea, la garganta y el resto del aparato respiratorio. Los síntomas son leves y a menudo se asemejan a los de un resfriado común, lo que hace difícil diagnosticar la tos ferina en esta etapa. Durante esta fase, la persona es altamente contagiosa.

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Los síntomas de la tos ferina en esta fase catarral incluyen:

  • Estornudos.
  • Fiebre leve.
  • Congestión nasal o rinorrea (flujo nasal).
  • Lagrimeo.
  • Falta de apetito.
  • Ronquera.
  • Tos leve. Inicialmente nocturna, pero que se va extendiendo a lo largo del día volviéndose má severa.

Fase paroxística de la tos ferina

Unos 14 días después de la exposición aparece la fase paroxística, que puede durar de 1 a 6 semanas, o incluso más. En esta, la tos se vuelve más frecuente, ya casi sin descanso, y tiene la particularidad de que, después de cada ataque de tos, aparece una respiración forzada del paciente ante la falta de aire. Al tapizar las bacterias la vía aérea, el aire inhalado pasa silbando, produciendo un sonido agudo que da el nombre a la patología.

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En esta fase paroxística los síntomas de la tos ferina se caracterizan por:

  • Ráfagas de toses rápidas y violentas, seguidas de una inhalación profunda y forzada que suena "como un gallo".
  • Vómitos después de toser.
  • Fatiga extrema después de los episodios de tos.
  • La persona puede presentar un sonido o "gallo" característico al tratar de respirar después de un episodio de tos.
  • A pesar de la gravedad de la tos, la persona a menudo parece estar bien entre los episodios. Los episodios de tos pueden ser más frecuentes por la noche.

 

 

Fase de convalecencia de la tos ferina

La última fase, la fase de convalecencia, se trata de una recuperación paulatina de los síntomas, generalmente a partir de la cuarta semana.

La tos paroxística puede recurrir durante semanas o meses, provocada por alguna irritación o infección viral de las vías altas respiratorias, ya que la zona se encuentra aún muy sensible tras la infección. La infección propiamente dicha suele durar una media de unas seis semanas. En resumen, los síntomas de la tos ferina en la fase de convelencia podrían incluir:

Los síntomas incluyen:

  • Una disminución gradual de la frecuencia e intensidad de los episodios de tos.
  • Recuperación gradual de la fuerza y la salud.
  • Posible persistencia de episodios de tos, especialmente en respuesta a infecciones respiratorias leves.

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