Qué es el tracoma
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
El tracoma es una infección ocular crónica que amenaza de forma potencial a cientos de millones de personas en los países en vías de desarrollo, sobre todo en África. Se produce por una bacteria que vive dentro de las células que se llama Chlamydia trachomatis, que ocasiona una queratoconjuntivitis (infección de la córnea y la conjuntiva del ojo) crónica que como secuela produce cicatrices en el ojo, con pérdida de la capacidad visual y ceguera.
La infección comienza en niños pequeños, y se transmite entre ellos y por las personas que los cuidan. Las secreciones oculares son muy contagiosas, y a través de las manos la bacteria pasa de unas personas a otras. Es común que en una familia que vive junta todas las personas del domicilio padezcan la infección. Es una enfermedad propia de países en vías de desarrollo con pocas posibilidades de llevar una higiene adecuada en el día a día.
En los países desarrollados el tracoma ha desaparecido gracias a las medidas higiénicas, fundamentalmente. Una forma particular, la infección conjuntival neonatal, se evita por la aplicación de forma rutinaria de pomada antibiótica en los ojos de los recién nacidos (que se podrían contagiar por un tipo distinto de la misma bacteria –u otras– en el caso de que la madre la tuviera en el canal del parto). Sin embargo, en África, Asia, América del Sur y Oceanía sigue siendo un problema de salud pública muy importante, siendo endémico en 51 países y constituyendo la causa de ceguera evitable más frecuente del planeta.
El tratamiento del tracoma debe ser lo más precoz posible. El antibiótico azitromicina en una sola dosis es eficaz para matar a la bacteria, aunque puede ser necesario administrarlo varias veces en una población hasta que se consiga erradicar la infección en una zona concreta. Además de la azitromicina, se pueden usar tratamientos tópicos con tetraciclina de forma complementaria. Cuando ya se han producido cicatrices que disminuyen la capacidad visual del paciente, la cirugía puede ser una solución que ayude a evitar la ceguera irreversible.
La OMS calcula que más de 232 millones de personas están expuesto a padecer esta grave infección, por lo que tiene esta enfermedad marcada en rojo entre sus objetivos a erradicar antes del año 2020. Con la concienciación de medias de higiene y salubridad en los países endémicos, y el apoyo de otros sectores sociosanitarios y económicos se espera que pueda dejar de ser un grave problema de salud pública.
Creado: 18 de enero de 2016