Síntomas del tracoma
Actualizado: 28 de julio de 2022
El tracoma se manifiesta en la edad preescolar y suele iniciarse antes de los dos años de vida. Hasta el 60-100% de los niños de las zonas endémicas pueden estar afectados. Es frecuente la reinfección, aunque en otros casos puede ser una persistencia de la bacteria en las secreciones entre episodios de conjuntivitis aguda, o bien una afectación crónica mantenida. Además, con mucha frecuencia se producen conjuntivitis por otras bacterias de forma sobreañadida.
Los síntomas del tracoma en su fase de afectación inicial son el enrojecimiento ocular, el lagrimeo y las secreciones oculares. Los ojos están muy irritados. Los folículos de las conjuntivas están aumentados de tamaño. Conforme avanza la enfermedad en el tiempo, la conjuntiva del ojo puede acabar teniendo cicatrices que tiran del párpado hacia dentro, haciendo que las pestañas se rocen con el ojo. Esta situación se denomina triquiasis.
La infección afecta también a la córnea, lo que –unido al daño que le producen esas pestañas con su roce– favorece la aparición de úlceras y cicatrices en la misma. Hay niños que tienen una forma más leve de la enfermedad, con sólo un poco de cicatrización de la conjuntiva, pero otros acaban con la córnea y la conjuntiva destrozadas, y con la córnea opaca, aunque estas últimas fases habitualmente aparecen ya en la edad adulta.
La conjuntivitis del adulto por Chlamydia trachomatis se produce por los tipos D-K de la bacteria. Son infecciones oculogenitales, en las que se produce afectación de los ojos y en distintas partes de los genitales. La transmisión es por vía sexual. La conjuntivitis que se produce es similar a la del tracoma ocular, aunque normalmente suele remitir sin complicaciones incluso sin tratamiento y en general no se suelen producir las cicatrices que aparecen en el tracoma ocular.
Creado: 18 de enero de 2016