Tricomoniasis
La tricomoniasis, causa de escozor genital, es una de las enfermedades de transmisión sexual más frecuentes en todo el mundo, aunque puede resolverse bien con tratamiento antibiótico. Conoce sus síntomas y cómo prevenir su contagio.

Cómo se contagia la tricomoniasis

Por: David Saceda Corralo

Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

La tricomonas (Trichomonas vaginalis) sólo puede sobrevivir en el tracto genitourinario del ser humano, por lo que su contagio se va a limitar a la vía sexual. En la mujer infectada se pueden encontrar tricomonas en la vagina o en la uretra. En el hombre infectado se pueden encontrar tricomonas en la uretra, la próstata e, incluso, en el epidídimo, que se encuentra al lado de los testículos.

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No es necesario mantener muchas relaciones sexuales con diferentes personas para contraer la tricomoniasis. Basta con mantener una relación sexual con alguien infectado en ese momento. Las siguientes situaciones no son vías de contagio de tricomonas:

  • Sexo oral o sexo anal.
  • Besarse.
  • Abrazarse.
  • Compartir ropa de cama o toallas.
  • Compartir platos, vasos o cubertería.

El uso de juguetes sexuales puede ser una extraordinaria vía de contagio. Se recomienda utilizarlos con preservativos siempre que sea posible.

¿Cómo se produce la tricomoniasis?

El parásito Trichomonas vaginalis coloniza la vagina, o la uretra de la mujer o el hombre. Allí comienza a reproducirse formando trofozoitos, que es la forma inmadura del parásito con capacidad de infectar a otras personas. Las tricomonas hacen que el medio donde se encuentran se vuelva más alcalino, por lo que se favorece aun más su crecimiento cuando aumenta el pH.

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Cuando se mantiene una relación sexual, las tricomonas invaden la uretra o vagina del compañero sexual. Hay situaciones en las que las condiciones de la otra pareja no son favorables para desarrollar la infección, o el número de tricomonas que entran no es lo suficientemente alto.

Por otro lado, algunas situaciones favorecen la invasión por tricomonas como la diabetes, el embarazo o la inmunosupresión. De cualquier modo, no hay ninguna situación que impida la infección por tricomonas, por muy sana que esté la persona que tenga relaciones sexuales sin protección.

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