Estudian nuevos tratamientos contra el meduloblastoma
11/03/2013
Recientes investigaciones del Hospital de Massachussets (EE.UU.) podrían abrir nuevos caminos en el tratamiento del tumor cerebral más común entre la población infantil. El estudio, publicado en la revista científica Cell, ha conseguido la identificación de la molécula responsable en el desarrollo y expansión del meduloblastoma, un tumor originado en el cerebelo y de tipo maligno.
La clave de la investigación, que por el momento sólo se ha ensayado en ratones, ha sido precisamente la obstrucción de esta vía a través de anticuerpos para impedir el factor de crecimiento placentario (PIGF) de las células tumorales en el tejido de la parte más central de cerebelo en el que se originan. Los resultados han permitido la regresión de los cuatros subtipos de meduloblastoma en animales, por lo que se cree que podría suponer un nuevo enfoque terapéutico contra un tipo de cáncer que constituye la quinta parte de los tumores cerebrales pediátricos.
El bloqueo de las vías de crecimiento embrionario del meduloblastoma a través de anticuerpos provocaría menos efectos secundarios en los pacientes
En la actualidad, el tratamiento contra el meduloblastoma requiere una terapia agresiva basada en cirugía, radioterapia cráneo-espinal, derivación ventrículo-peritoneal y, en menor medida, quimioterapia, por lo que el objetivo es conseguir una nueva vía de tratamiento basada en anticuerpos. “Nuestra conclusión es que una vía de señales portadoras de las células huésped a las células tumorales a través de un PIGF es crítica para el crecimiento del meduloblastoma, por lo que la evaluación de anticuerpos contra estas proteínas se presenta como un nuevo enfoque más eficaz y con menos efectos secundarios”, explica Rakesh Jain, responsable de este estudio.
Este tumor intracraneal maligno está formado por células embrionarias y presenta una gran tendencia a propagarse a través del sistema nervioso central y afectar a las meninges. Es 10 veces más común en niños que en adultos y su tratamiento agresivo, si bien mejora la supervivencia, puede suponer importantes efectos secundarios en el desarrollo neurológico del paciente a largo plazo.
Actualizado: 1 de agosto de 2017