Las uveítis o inflamaciones de la úvea suelen estar asociadas a otra patología o producirse a consecuencia de una infección, aunque a veces no se conoce su causa. Te explicamos cómo reconocer y tratar esta afección.
Médico Interno Residente, especialista en Dermatología Medicoquirúrgica y Veneorología
Actualizado: 21 de septiembre de 2022
Las uveítis son inflamaciones de la úvea, que es una de las tres capas concéntricas, pegadas entre sí, que forman el ojo junto a la esclera y la retina:
Esclera: es la capa más externa, de color blanco y opaca, que se ve desde fuera en todo el ojo menos en la córnea, que es trasparente y deja ver el iris y la pupila. Es la capa que protege el interior del ojo y le da consistencia.
Retina: es la capa más interna y la parte del ojo que nos permite ver, ya que envía las imágenes al cerebro.
Úvea: se encuentra entre medias de la esclera y la retina. De forma sencilla, podemos dividir la úvea en dos segmentos: anterior y posterior. El segmento anterior es más fácil de identificar, porque lo forma en su mayor parte el iris y también los cuerpos ciliares, que tienen dos funciones: se encargan de enfocar las imágenes al estirar o relajar el cristalino, y además secretan el humor acuoso, un líquido que rellena la parte anterior del ojo y nutre la esclera. Al segmento posterior de la úvea se le conoce como coroides, y está repleta de vasos sanguíneos que facilitan el metabolismo de la retina; contiene además el epitelio pigmentado que, como los melanocitos en la piel, detiene los rayos luminosos del exterior.
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Causas de uveitis
Las causas por las que se produce una uveítis son diversas, y en muchos casos ni siquiera se conoce su origen, pero las más frecuentes son: