Varicocele
El varicocele es una enfermedad muy frecuente, crónica y progresiva, que afecta sobre todo a adolescentes. Puede producir dolor testicular o incluso infertilidad, por lo que es necesario diagnosticarla precozmente.

Tratamiento del varicocele

Intervención quirúrgica para tratar un varicocele

En algunos casos es necesario realizar una intervención quirúrgica para corregir el varicocele

Por: Dr. Miguel Vacas Córdoba

Especialista en Medicina Interna del Hospital Universitario Príncipe de Asturias

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

El tratamiento del varicocele mediante una intervención quirúrgica tiene como objetivos mejorar la capacidad reproductiva del paciente así como la producción de andrógenos (en los varones intervenidos se ha encontrado un aumento en la concentración de testosterona y en la calidad del semen cuando son comparados con pacientes no operados), recuperar el volumen testicular (se consigue en el 70-80% de los adolescentes en los que el tamaño testicular era inferior al normal), y eliminar el dolor si éste está presente.

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La presencia de varicocele se relaciona con la aparición de atrofia testicular, alteración en los parámetros del espermiograma e infertilidad; sin embargo, no está claro en qué momento debe corregirse éste. Y es que aunque el tratamiento del varicocele en los adolescentes puede ser eficaz, existe un riesgo considerable de sobretratamiento. Cuando el varicocele no da síntomas y no repercute en las funciones de los órganos ni en la calidad del esperma, se aconseja únicamente realizar seguimiento médico del paciente de forma periódica.

La reparación del varicocele puede ser eficaz en los varones que tienen un espermiograma anormal, un varicocele clínico, dolor testicular, infertilidad inexplicada de otro modo, o falta progresiva de desarrollo testicular documentada en adolescentes mediante exploraciones clínicas seriadas. En todos estos casos se debe considerar la realización de una intervención quirúrgica.

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Hombre con problemas en los testículos por varicocele

En los casos de hombres con infertilidad y varicocele no siempre es necesaria la cirugía, sino que se puede recurrir a técnicas de reproducción asistida. No hay datos que indiquen un efecto beneficioso del tratamiento del varicocele en los varones infértiles con un espermiograma normal, ni en aquellos con varicocele subclínico. En esta situación no puede recomendarse el tratamiento del varicocele. Las revisiones de los últimos estudios han planteado dudas acerca de los efectos beneficiosos del tratamiento del varicocele en los varones infértiles. El varicocele no debe tratarse por infertilidad, a menos que se hayan explicado íntegramente a la pareja infértil las dudas sobre los efectos beneficiosos del tratamiento.

Cirugía para tratar el varicocele

Existen disponibles varias opciones terapéuticas para el tratamiento del varicocele, siendo las más utilizadas la ligadura quirúrgica de las venas dilatadas a nivel alto (se ligan las venas dilatadas para que la sangre drene por venas en buen estado) o su esclerosis por vía percutánea.

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Las técnicas quirúrgicas más frecuentes son:

  • Cirugía abierta: ligadura quirúrgica de las venas dilatadas (se puede acceder a la vascularización escrotal por diferentes vías: inguinal, retroperitoneal, escrotal…): la ligadura alta tiene la mayor tasa de recidiva (hasta un 30% de los casos) y su complicación más frecuente es el hidrocele (acúmulo de líquido en el testículo), que aparece en un 5-10% de los casos.
  • Embolización de las venas testiculares: este procedimiento se realiza mediante un catéter, el cual permite taponar las venas que están afectadas y que producen el varicocele (la posición del catéter se controla gracias a pruebas de imagen). Puede ser anterógrada (por vía escrotal) o retrógrada (por vía femoral). La tasa de recidivas se sitúa entre un 4 y un 10%. Las complicaciones más frecuentes de esta técnica son la tromboflebitis, infecciones, hematomas, hemorragia, hidrocele, obstrucción ureteral o dolor crónico.
  • Escleroterapia: tiene una tasa de recidivas de un 9-10%. Las principales complicaciones de esta técnica, que son poco frecuentes (0.5-2.5% de los casos), son la atrofia testicular, el hematoma escrotal, la inflamación del epidídimo, la hemorragia o el dolor crónico.
  • Cirugía laparoscópica: su principal inconveniente es que tiene un alto coste. La tasa de recidivas se sitúa entre un 3 y un 7%. Las complicaciones más típicas durante la intervención son la lesión de vasos sanguíneos, vasos linfáticos, nervios u otras vísceras, la infección de la herida o, en casos muy raros, peritonitis. Son poco frecuentes.
  • Microcirugía: es la técnica que menos tasa de recurrencias presenta.

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