Viruela del mono: síntomas y cómo se contagia el mpox

La OMS ha vuelto a declarar la viruela del mono como emergencia sanitaria de interés internacional tras los brotes de una nueva cepa de mpox más letal detectados en África. Ponte al día de lo qué está ocurriendo con esta zoonosis, cómo se contagia, cuáles son sus síntomas, su peligrosidad o cómo se puede prevenir.
Hombre siendo contagiado por la viruela del mono

Por: José González Sancho

Periodista especializado en salud y bienestar

Actualizado: 16 de agosto de 2024

La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha decretado la emergencia de salud pública de interés internacional (ESPII) por un brote de una cepa más letal de mpox –el virus responsable de la viruela del mono– que se extiende por varios países de África y tiene el "potencial de propagarse a otros países de África y posiblemente fuera del continente", algo que, de hecho, ya ha ocurrido porque se ha detectado en Suecia el primer caso de esta variante en Europa. Te explicamos en qué consiste esta enfermedad, sus síntomas, cómo se transmite, y su prevención y tratamiento.

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Qué es la viruela del mono y cómo se contagia

La viruela del mono es una zoonosis viral, es decir, un virus (Monkeypox) transmitido a los humanos por los animales. Los afectados muestran síntomas similares a los observados en el pasado en pacientes con viruela, una enfermedad infecciosa ya erradicada muy contagiosa y con una alta tasa de mortalidad (30%) que se caracterizaba por cubrir de erupciones la piel de los afectados, que se convertían en costras y, tras caer, en cicatrices. Sin embargo, hay que aclarar que clínicamente la viruela del mono es menos grave, con un cuadro clínico que suele incluir fiebre, sarpullidos e inflamación de los ganglios linfáticos.

La viruela del mono era una enfermedad rara y poco frecuente, y solía ocurrir en África central y occidental, por lo general en las cercanías de las selvas tropicales, particularmente en la República Democrática del Congo, donde se considera endémica. En cualquier caso, tras la erradicación de la viruela en 1980 y el consiguiente cese de la vacunación contra la viruela, el Monkeypox se ha convertido en el ortopoxvirus (familia Poxviridae) más importante. Su nombre se debe a que fue encontrado y aislado por primera vez, en 1958, en simios usados en investigaciones de laboratorio por el virólogo danés Preben von Magnus. A pesar de su denominación, posteriormente se ha detectado el virus en roedores –su reservorio más probable– como ardillas africanas (ardillas de cuerda o de árbol), conejos, lirones, ratas y ratones. Aunque también se da la transmisión de humano a humano.

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Ardilla africana transmisora del virus del simio

Se puede hablar de dos clados (grupos genéticos) distintos del virus de la viruela del simio: África central (cuenca del Congo) y África occidental, siendo el primero más virulento y transmisible, y el segundo el que se asocia con una enfermedad más leve, con una transmisión de persona a persona más limitada y una menor mortalidad.

El primer caso humano de viruela del simio se registró en 1970, en un niño, en la República Democrática del Congo, y el primero fuera de las fronteras africanas se identificó en EE.UU. en el año 2003, en un brote en el que la mayoría de los pacientes habían tenido contacto cercano con perros de las praderas que estaban infectados por roedores africanos que habían sido importados desde Ghana. Aunque los casos en humanos aparecen de forma esporádica, cuando lo hacen suelen causar brotes epidémicos, como el actual del que alertaron las autoridades sanitarias de Reino Unido en un viajero procedente de Nigeria el 4 de mayo que, aunque en un primer momento parecía bien identificado y controlado, posteriormente ha dado lugar a otro goteo de casos, que han acabado llegando a casi todas la partes del mundo. 

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Según comunicó la OMS en esas fechas, "los brotes recientes informados hasta el momento son atípicos, ya que ocurren en países no endémicos. Es probable que se notifiquen más casos a medida que se amplíe la vigilancia". Así fue, los casos empezaron a contarse por miles y a mediados de 2022 superaban los 16.000 en 75 países. Por ello, el 23 de julio el director de la OMS decidió declarar la viruela del mono una emergencia de salud pública de preocupación internacional, un riesgo global que se mantuvo como 'moderado', con Estados Unidos, Brasil y España como los tres países más afectados a nivel mundial. Hasta el 16 de mayo de 2023, se habían notificado a la OMS un total de 87.479 casos confirmados por laboratorio y 1.095 casos probables, incluidas 140 muertes. No obstante, gracias a la rápida respuesta a nivel global y local se ha logrado avanzar mucho en el control de la enfermedad. Y a pesar que los contagios continúan en ciertas comunidades y países, el 11 de mayo la OMS declaraba el fin de la emergencia sanitaria internacional por mpox (viruela del mono).

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Cabe matizar que el 28 de noviembre de 2022, la OMS recomendó usar el nombre mpox como nueva denominación para la viruela del simio, con el fin de evitar un lenguaje estigmatizante.

Este virus de la viruela del simio se transmite de una persona a otra por contacto con la sangre, lesiones en la piel (costras), fluidos corporales (heces o relaciones sexuales), gotitas respiratorias grandes –requiere un contacto cara a cara prolongado, por tos o estornudo, como el que puede ocurrir con el cuidado de un enfermo–, y materiales contaminados como la ropa de cama o toallas usadas por un paciente infectado, o las mucosas de animales infectados tras su manipulación, una mordedura o un arañazo. 

También, comer carne mal cocida o productos derivados de animales infectados puede ser otro posible factor de riesgo. Por último, la transmisión también puede ocurrir a través de la placenta de la madre al feto, lo que se conoce como viruela símica congénita.

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Infografía del contagio de la viruela del mono

Por las características de los primeros casos sospechosos de infección que se dieron en Madrid y España, la autoridades sanitarias apuntaron que se debían al contacto con mucosas durante las relaciones sexuales entre hombres. Aunque hay que aclarar que no es una enfermedad de transmisión sexual ni limitada a las relaciones homosexuales entre varones. Con la excepción de los paísesen África occidental y central, el brote actual de mpox continúa afectando principalmente a hombres que tienen sexo con hombres. Actualmente no hay ninguna señal que sugiera una transmisión sostenida más allá de estas redes. 

Síntomas de la viruela del simio y pronóstico

El período de incubación de la viruela del simio suele ser de 6 a 13 días, pero puede oscilar entre 5 y 21 días. La enfermedad a menudo es autolimitada y los síntomas (fiebre, dolor de cabeza, dolores musculares y de espalda, escalofríos y agotamiento) generalmente se resuelven espontáneamente dentro de los 14 a 21 días. Los síntomas pueden ser leves o severos, y las lesiones pueden ser dolorosas y picar.

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Las personas con viruela del simio pueden propagar el virus hasta cuatro días antes de que aparezcan los síntomas, y más de la mitad de las transmisiones pueden tener lugar durante este período, según ha estimado un estudio realizado en el Reino Unido.

Como apunta Jorge Ligero, del Servicio de Microbiología de La Paz, “su cuadro clínico empieza con fiebre, escalofríos y mialgias, y sigue con una erupción muy característica que inicialmente es papular (pequeños bultos similares al acné), para posteriormente pasar a vesicular (similares a las de la varicela, con líquido blanco) y finalmente pustular (llagas similares a ampollas con pus amarillento)”. Este tipo de erupción, como matizan desde la SEIMC (Sociedad Española de Enfermedades Infecciosas y Microbiología Clínica) “a menudo, comienza en la cara (95% de los casos) y se extiende a otras partes del cuerpo, particularmente a manos y pies (70% de casos)”, aunque también a los genitales (30%) y las conjuntivas (20%), así como la córnea, señalan desde la OMS. A diferencia de la viruela humana, en la del mono es frecuente la aparición de adenopatías (ganglios inflamados).

Lesiones en la piel por la viruela del mono
Evolucion de las lesiones en la piel causadas por la viruela del mono

Un trabajo reciente de dirigido por la Universidad Queen Mary de Londres ha conseguido identificar entre los últimos casos notificados en Europa nuevos síntomas clínicos en las personas infectadas por monkeypox, que van desde llagas en la boca y el ano, o úlceras genitales, a dolor rectal o anal, que pueden ser confundidas con otras infecciones de transmisión sexual.

En resumen, los síntomas más comunes de la viruela del simio son:

  • Fiebre y dolor de cabeza
  • Dolores musculares y dolor de espalda
  • Poca energía
  • Inflamación de los ganglios linfáticos
  • Desarrollo de una erupción en la cara, las palmas de las manos, las plantas de los pies, los ojos, la boca, la garganta, la ingle y las regiones genitales o anal. Pueden ser de una a miles, comienzan planas, luego se llenan de líquido antes de que se formen costras, se sequen y se caigan, con una nueva capa de piel formándose debajo.
  • Llagas en la boca o el ano
  • Dolor anal o rectal

Por tanto, la mayoría de las personas que padecen esta viruela del simio suelen recuperarse por completo. Pero, según la OMS, la tasa de letalidad para el clado de África occidental es de alrededor del 1%, mientras que puede llegar al 10% para las personas enfermas del grupo genético de la cuenca del Congo. La mayoría de las muertes ocurren en grupos de edad más jóvenes, siendo los niños y las personas con el sistema inmune comprometido las más vulnerables a sus efectos. En las embarazadas la viruela del simio puede causar complicaciones, como la viruela del simio congénita o muerte fetal.

Entre sus posibles complicaciones, pueden aparecer infecciones secundarias, bronconeumonía, sepsis, encefalitis e infección de la córnea con la consiguiente pérdida de visión.

Se cree que las personas menores de 40 o 50 años pueden ser más susceptibles a la viruela del simio como resultado de la terminación de la vacunación antivariólica de rutina en todo el mundo después de la erradicación de la viruela. 

Infografía síntomas de la viruela del mono

Diagnóstico de la viruela del mono

Según la definición de la Agencia de Seguridad Sanitaria del Reino Unido (UKHSA) y adoptada provisionalmente desde el 17 de mayo por las CCAA, habría que sospechar viruela del mono en:

  • Una persona con exantema vesicular sin causa explicable en cualquier parte del cuerpo y que además presente al menos uno de los síntomas clásicos de infección por viruela del mono (enfermedad aguda con fiebre (más de 38,5 grados), dolores de cabeza intensos, mialgia, artralgia, dolor de espalda, linfadenopatía).
  • Que tenga un vínculo epidemiológico con un caso confirmado o probable de Monkeypox en los 21 días antes del inicio de los síntomas.
  • O es hombre que tiene sexo con hombres (HSH) o tenga historia de viaje África occidental o central en los 21 días anteriores al inicio de los síntomas.
Prueba PCR para detectar el virus de la viruela del mono

En cuanto a las pruebas para confirmar o descartar el diagnóstico de la viruela del mono, la PCR (reacción en cadena de la polimerasa) es la prueba de laboratorio preferida dada su precisión y sensibilidad. Para realizarla, las muestras de diagnóstico óptimas para la viruela del simio son las lesiones de la piel: el techo o el líquido de las vesículas y pústulas, y las costras secas. En algunos casos, si es factible, la biopsia también puede ser una opción válida.

Tratamiento y prevención de la viruela del simio

En primer lugar, tal y como apuntan desde el Grupo de Estudio de Patología Importada de la SEIMC, se trata de un “virus de grupo 3, por tanto, en los casos sospechosos o confirmados se necesita aislamiento respiratorio y en el manejo de las costras o vesículas”. Así pues, si alguien cree que es un caso sospechoso debe comunicarlo “para que el personal pueda tomar las medidas necesarias”.

Actualmente no existe un tratamiento específico recomendado para la viruela del simio. No obstante, diversos estudios de observación demostraron que la vacuna vaccinia, utilizada durante el programa de erradicación de la viruela, tiene una eficacia de alrededor del 85% en la prevención de la viruela del simio. Por lo tanto, la vacunación previa contra la viruela infantil puede resultar en un curso de la enfermedad más leve. Sin embargo, en la actualidad, las vacunas contra la viruela originales (primera generación) ya no están disponibles para el público en general. 

Lesiones en la piel por la enfermedad de la viruela del mono
Fuente: Dr. Kurt Reed y cortesía de Marshfield Clinic, Marshfield, Wisconsin

Una nueva vacuna vaccinia de tercera generación (MVA-BN) basada en vaccinia fue aprobada en 2019 para la prevención de la viruela y la viruela del mono, pero aún no está ampliamente disponible en el sector público. En 2021, la FDA norteamericana aprobó JYNNEOS, también conocida como Imvamune o Imvanex, una vacuna indicada para la prevención de la viruela y la viruela del mono en adultos de 18 años de edad con alto riesgo de contraerla, aprobada en Europa durante el último brote. La vacuna debe administrarse dentro de los 4 días posteriores al contacto con alguien que tiene mpox (o dentro de los 14 días si no hay síntomas). 

En cualquier caso, desde la OMS no se requiere ni se recomienda la vacunación masiva para la viruela del simio. Tan solo se recomienda la vacunación preventiva primaria (antes de la exposición) para personas con alto riesgo de exposición. Las personas con mayor riesgo de exposición en el brote multinacional actual son homosexuales, bisexuales u otros hombres que tienen sexo con hombres con múltiples parejas sexuales. Otros en riesgo pueden incluir personas con múltiples parejas sexuales ocasionales; trabajadoras sexuales; trabajadores de la salud en riesgo de exposición repetida, personal de laboratorio que trabaja con ortopoxvirus; personal de laboratorio clínico y de atención médica que realiza pruebas de diagnóstico para la viruela símica; y miembros del equipo de respuesta a brotes.

También se están desarrollando agentes antivirales. En cualquier caso, en la actualidad el tratamiento de la viruela del mono es solo de apoyo, ya que los fármacos potencialmente útiles, como el antiviral tecovirimat (aprobado por la FDA para tratar la viruela) y cidofovir o brincidofovir, solo han sido testado contra la viruela del simio in vitro y en modelos experimentales, y no se han probado en áreas endémicas.

Claves para prevenir la viruela del mono

Aparte de las vacunas mencionadas, las medidas de prevención de esta viruela del simio se basan en actuaciones de precaución en las situaciones de riesgo de contagios, como:

  • Prevención de la transmisión de la infección por vías respiratorias y de contacto. El aislamiento respiratorio apropiado es esencial para los casos sospechosos y confirmados.
  • Las costras también son infecciosas y se debe tener cuidado para evitar la infección al manipular la ropa de cama, la ropa, etcétera.
  • Mantener al infectado en una habitación aislada o en área separada de otros convivientes hasta que todas las lesiones hayan desaparecido, sobre todo aquellas personas que presentan lesiones extensas o con secreciones o síntomas respiratorios.
  • Se debe evitar el contacto físico y las relaciones sexuales con la persona contagiada hasta que las lesiones hayan desaparecido.
  • Se recomienda que las lesiones estén cubiertas.
  • Debe usarse mascarilla quirúrgica, especialmente en aquellos casos que presenten síntomas respiratorios. Si esto no es factible (por ejemplo, un niño infectado), se recomienda que el resto de convivientes lleve mascarilla.
  • Los laboratorios clínicos deben ser informados por adelantado de las muestras enviadas de diagnósticos sospechosos o confirmados de viruela del simio, para que puedan tomar las precauciones apropiadas para minimizar el riesgo para los trabajadores de laboratorio para que puedan realizar de manera segura las pruebas de laboratorio que son esenciales para la atención clínica.
  • Los residentes y viajeros a países endémicos deben evitar el contacto sin protección con animales enfermos (vivos o muertos) que puedan albergar el virus de la viruela del simio (roedores, marsupiales, primates) y deben abstenerse de comer o manipular animales de caza (carne de animales silvestres) o deben cocinarse completamente antes de comerlos.
  • Se debe enfatizar la importancia de la higiene de las manos mediante el uso de agua y jabón o desinfectante a base de alcohol, sobre todo tras el contacto con animales o humanos sospechosos de tener el virus.
  • También debe desinfectarse si se ha estado en contacto con ropa, sábanas, toallas y otros elementos o superficies que haya tocado o que puedan haber estado en contacto con el sarpullido o secreciones respiratorias (utensilios, platos) de un infectado. Lava la ropa, toallas y sábanas de la persona y los utensilios para comer con agua tibia y detergente. Limpia y desinfecta cualquier superficie contaminada y elimina los desechos contaminados (apósitos) de manera adecuada.
  • Cualquier enfermedad durante el viaje o al regresar de un área endémica debe informarse a un profesional de la salud, incluida la información sobre todos los viajes recientes y el historial de vacunación. 
  • Cualquier animal que pueda haber estado en contacto con un animal infectado debe ser puesto en cuarentena, manipulado con las precauciones estándar y observado para detectar síntomas de viruela del simio durante 30 días.
  • Actualmente se están realizando estudios científicos para evaluar la viabilidad y la idoneidad del uso de la vacuna vaccinia para la prevención y el control de la viruela del simio. Algunos países tienen, o están desarrollando, políticas para el uso de la vacuna vaccinia para prevenir la infección, por ejemplo, en el personal de laboratorio y trabajadores de la salud que pueden estar en riesgo de exposición.

Si crees que tiene síntomas o ha estado en contacto cercano con alguien con viruela del simio, comunícate con especialistas de la salud para obtener asesoramiento, pruebas y atención médica. Si es posible, aíslate y evita el contacto cercano con otras personas. Lávate las manos regularmente y sigue los pasos enumerados anteriormente para proteger a los demás de infecciones. Tu médico o enfermero te tomará una muestra para analizarla y así poder recibir la atención adecuada.

Algunas dudas frecuentes sobre el Monkeypox

A continuación, resolvemos algunas de las preguntas habituales sobre la viruela del mono:

¿Existe riesgo de que esto se convierta en un brote de viruela símica más grande?

La viruela del mono generalmente no se considera muy contagiosa porque requiere un contacto físico cercano con alguien que sea infeccioso (por ejemplo, piel con piel) para propagarse entre las personas. El riesgo para el público en general es bajo. La OMS está respondiendo a este brote como una alta prioridad para evitar una mayor propagación; durante muchos años ha considerado a la viruela del simio como un patógeno prioritario.

Los casos que estamos viendo actualmente no son típicos de los brotes de viruela del simio porque no hay informes de viajes desde países endémicos o animales exportados desde países endémicos. Identificar cómo se está propagando el virus y proteger a más personas para que no se infecten es una prioridad para la OMS. Crear conciencia sobre esta nueva situación ayudará a detener una mayor transmisión.

¿La viruela del simio es una infección de transmisión sexual?

La viruela del mono se puede propagar de una persona a otra a través del contacto físico cercano, incluido el contacto sexual. Actualmente no se sabe si la viruela del simio se puede propagar por vías de transmisión sexual (por ejemplo, a través del semen o los fluidos vaginales), pero el contacto directo de piel con piel con lesiones durante las actividades sexuales puede propagar el virus.

A veces se encuentran erupciones de viruela del simio en los genitales y en la boca, lo que probablemente contribuya a la transmisión durante el contacto sexual. Por lo tanto, el contacto boca con piel podría causar la transmisión cuando hay lesiones en la piel o en la boca.

Las erupciones de la viruela del mono pueden parecerse a algunas enfermedades de transmisión sexual, como el herpes y la sífilis. Esto puede explicar por qué varios de los casos del brote actual se han identificado entre hombres que buscan atención en clínicas de salud sexual.

No obstante, el riesgo de infectarse con la viruela del simio no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen sexo con hombres. Cualquiera que tenga contacto físico cercano con alguien que es infeccioso está en riesgo. Cualquiera que tenga síntomas que podrían ser viruela símica debe buscar el consejo de un trabajador de la salud de inmediato.

¿Los hombres que tienen relaciones sexuales con hombres corren un mayor riesgo de contraer la viruela del mono?

La viruela del mono se transmite de persona a persona a través del contacto físico cercano. El riesgo de la viruela del simio no se limita a las personas sexualmente activas o a los hombres que tienen sexo con hombres. Cualquiera que tenga contacto físico cercano con alguien que es infeccioso está en riesgo. Cualquiera que tenga síntomas que podrían ser viruela símica debe consultar a un proveedor de atención médica de inmediato. Esto incluye a las personas que tienen conexiones con las comunidades donde se han reportado casos.

Varios de los casos que se han notificado en países no endémicos se han identificado en hombres que tienen sexo con hombres. Es el caso de Madrid, donde han especificado que la mayoría de casos se originaron en una sauna gay. Otros casos fueron identificados en clínicas de salud sexual. La razón por la que actualmente escuchamos más informes de casos de viruela del simio en comunidades de hombres que tienen sexo con hombres puede deberse al comportamiento positivo de búsqueda de salud en este grupo demográfico. Es probable que a medida que aprendamos más, podamos identificar casos en la comunidad en general.

Cómo debe actuar un contacto estrecho de un infectado por viruela del mono

Según establece el Protocolo para la detección precoz y manejo de casos ante la alerta de viruela de los monos del Ministerio de Sanidad de España, se informará a todos los contactos estrechos acerca de los síntomas de MPX y se les indicará autocontrol de su temperatura una vez al día durante 21 días tras la exposición. Los contactos estrechos no realizarán cuarentena, aunque deben extremar las precauciones y reducir todo lo posible las interacciones sociales utilizando de forma constante la mascarilla. Esto incluye la indicación de abstención de mantener contactos sexuales durante el periodo de seguimiento.

Las autoridades de salud pública de las CCAA proporcionarán a los contactos estrechos información sobre la estrategia de seguimiento que hayan implementado. La persona/institución responsable hará seguimiento activo a los contactos estrechos tal y como se haya establecido para detectar de forma precoz la presencia de cualquier signo o síntoma relacionado con la enfermedad. Los contactos deben estar localizables a lo largo del periodo de seguimiento.

Si alguno de los contactos presenta fiebre o cualquier otro síntoma compatible con la clínica de la enfermedad, deberán hacer autoaislamiento domiciliario inmediato, y contactar de forma urgente con el responsable del seguimiento que le indicará las actuaciones a seguir.

Se clasificarán como contacto estrecho aquellas personas que hayan estado en contacto con un caso confirmado desde el comienzo del periodo de transmisibilidad, que se considera desde el momento de aparición de los primeros síntomas (que habitualmente precede entre uno y cinco días a la aparición del exantema) en las siguientes circunstancias:

  • Contacto cercano (inferior a 1 metro en la misma habitación) con un caso confirmado, sin EPI (o con incidencias en su utilización). Se tendrá que valorar a los convivientes, el personal sanitario que ha atendido al paciente, contactos en el ámbito laboral y social. Se hará especial hincapié en recabar información sobre las personas que haya podido mantener relaciones sexuales en contextos de riesgo con el caso.
  • Contacto directo con ropas, ropa de cama o fómites usados por un caso confirmado de monkeypox durante el periodo infeccioso, sin el EPI adecuado (o con incidencias en su utilización).
  • Herida percutánea (por ejemplo, con una aguja) o exposición de las mucosas a fluidos corporales, tejidos, o muestras de laboratorio de un caso confirmado.
  • Manejo de muestras de un caso confirmado por personal de laboratorio sin el EPI apropiado (o con incidencias en la utilización del mismo).
  • Contacto con el cadáver de una persona fallecida por monkepox o con ropa o fómites del cadáver, sin el EPI apropiado (o con incidencias en su utilización).

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Fuentes

OMS

CDC

Manual MSD

GOV.UK

SEIMC

WHO

Ministerio de Sanidad

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