Tratamiento y prevención del sarampión
Bióloga
Por: Dr. José Antonio Nuevo González
Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid
Actualizado: 5 de mayo de 2023
La finalidad del tratamiento del sarampión es controlar y mitigar los síntomas, como la fiebre y la tos, por tanto se emplean antitérmicos, analgésicos y antitusígenos.
La vacuna atenuada frente al virus del sarampión –que en España se administra desde el año 1978– ha conseguido una significativa reducción de la incidencia de la enfermedad y, de hecho, las muertes por sarampión en todo el mundo han disminuido un 75% entre los años 2000 y 2013 (se estima que se han salvado alrededor de 15,6 millones de personas) gracias a las campañas de vacunación masiva. Sin embargo, en el 2017 –muchos lo achacan al movimiento antivacunas– los casos de sarampión se han multiplicado un 400% en Europa, según datos de la OMS, que habla del sarampión como la primera causa de muerte infantil prevenible por vacunación.
La vacuna del sarampión, que la Organización Mundial de la Salud (OMS) define como "segura, eficaz y barata", se administra en dos dosis junto a las vacunas de otras dos enfermedades víricas, la rubéola y las paperas (parotiditis), y se conoce como la vacuna triple vírica. Consiste en la introducción de los gérmenes vivos pero atenuados, es decir, no producen la enfermedad, pero permiten al organismo de los niños producir defensas (anticuerpos) frente a estas enfermedades, evitando así que las padezcan en un futuro.
La vacuna está indicada en todos los niños dentro del calendario de vacunación infantil. Otros grupos susceptibles de contraer la enfermedad en los cuales también estaría indicada la vacunación son aquellos adultos que no hayan sido vacunados frente al sarampión en su infancia y las personas que tengan intención de viajar a países endémicos (sobre todo zonas de Asia y África con bajos ingresos).
Administración de la vacuna del sarampión
El calendario vacunal vigente recomienda la vacunación en forma de triple vírica (sarampión-rubéola-parotiditis) a los 12 meses y a los cuatro años de edad. Actualmente las vacunas disponibles pueden ser monovalentes o triple víricas.
La Sociedad Española de Pediatría Extrahospitalaria y Atención Primaria (Sepeap) ha advertido recientemente a los nacidos después de 1970 que revisen su vacunación –deben disponer de al menos dos dosis de vacuna triple vírica– para asegurarse de estar inmunizados. Esta recomendación va dirigida especialmente a las embarazadas vacunadas frente a la rubeola que no hayan recibido una segunda dosis para el sarampión.
Contraindicaciones
Si existe una enfermedad aguda severa o fiebre alta, la vacuna triple vírica no debe ser administrada. La vacuna está contraindicada en pacientes con antecedentes de reacción anafiláctica (urticaria, dificultad para respirar, apnea, hipotensión o shock) a la neomicina y a la gelatina hidrolizada.
La vacuna del sarampión no debe ser administrada a mujeres embarazadas, ni a personas con alteraciones inmunológicas.
Creado: 3 de agosto de 2010