Tratamiento del síndrome de Tourette
Médico de Familia
Actualizado: 5 de junio de 2024
Los tics propios del síndrome de Gilles de la Tourette en principio no requieren tratamiento; solo si son muy intensos, o tienen otras repercusiones como dolor o problemas de adaptación escolar o social. En estos casos se pueden emplear fármacos neurolépticos para disminuir la intensidad y frecuencia de los tics, aunque no los hacen desaparecer por completo.
La terapia psicológica es útil para tratar los trastornos asociados al síndrome de Tourette, como la ansiedad y el estrés, los problemas de aprendizaje y de conducta, y las consecuencias del impacto de la enfermedad sobre las relaciones sociales y afectivas del paciente y de su familia.
Si el síndrome se acompaña de un trastorno obsesivo-compulsivo o déficit de atención e hiperactividad es necesario, además, tratar adecuadamente estas afecciones, que pueden deteriorar todavía más la calidad del vida del enfermo.
Como apunta el Dr. Diego Santos, de la SEN, ”actualmente no existe ningún tratamiento que permita curar este síndrome, pero si para abordar muchos de sus síntomas. Pero independientemente del tratamiento farmacológico para los síntomas, es importantísimo abordar los aspectos psicológicos de este síndrome, desarrollando estrategias que reduzcan la ansiedad y mejoren la tolerancia a la enfermedad a medio-largo plazo. Por sí misma, esta medida puede ser suficiente para algunos pacientes, o al menos durante algunos periodos de tiempo”.
Fármacos para tratar los síntomas del Síndrome de Tourette
Como decíamos, actualmente no es posible curar el síndrome de Tourette, por lo que el objetivo de instaurar un tratamiento farmacológico es controlar los tics que dificultan las tareas cotidianas con algunos medicamentos que pueden resultar útiles, como:
- Fármacos que bloquean o reducen los niveles de dopamina, como flufenazina, haloperidol, risperidona y pimozida; todos ellos son antipsicóticos y pueden causar efectos adversos, como un aumento de peso y somnolencia, entre otros.
- Medicamentos para tratar el TDAH, como metilfenidato, guanfacina o clonidina, que pueden contribuir a potenciar la capacidad de atención y concentración, aunque en algunos pacientes con este síndrome pueden llegar a intensificar los tics.
- Antidepresivos, como la fluoxetina, pueden ayudar a controlar la ansiedad o la tristeza asociados.
- Anticonvulsivos. En algunos pacientes es efectivo el topiramato, que se emplea para tratar la epilepsia.
Terapias no farmacológicas para el síndrome de Tourette
- Terapia cognitivo conductual: puede facilitar el control de los tics, entrenando al paciente para que identifique los impulsos que preceden a los tics y aprenda a realizar movimientos voluntarios que sean incompatibles con el tic, lo que se conoce como Terapia de Inversión de Hábito (HRT). También se recurre a la Terapia de Exposición y Prevención de Respuesta (ERP), que se enfoca en la exposición a las sensaciones previas a los tics y en la prevención de la respuesta tic.
- Psicoterapia: que apoye al afectado a la hora de afrontar su trastorno y los problemas asociados al mismo, como obsesiones, ansiedad, depresión o hiperactividad.
- Estimulación cerebral profunda: podría ser útil en individuos con tics graves que no respondan a otro tratamiento e interfieren de forma importante en su actividad diaria. Consiste en implantar en el cerebro un dispositivo médico que proporciona una estimulación eléctrica en áreas específicas del cerebro que controlan el movimiento. Esta terapia, sin embargo, todavía se está investigando, por lo que aún no se ha determinado si constituye un tratamiento seguro y eficaz para tratar el síndrome de Tourette.
Novedades en el tratamiento del síndrome de Tourette
Recientemente, ha habido varios avances prometedores en el tratamiento del síndrome de Tourette que podrían ofrecer nuevas opciones para los pacientes. A continuación, se destacan algunos de los más notables:
- Neopulse: desarrollado por Neurotherapeutics Ltd, Neopulse es una terapia no farmacológica que utiliza estimulación eléctrica rítmica del nervio mediano en la muñeca. Esta técnica ha mostrado una reducción significativa en la frecuencia de los tics y la urgencia de tic en los individuos con trastornos de tic. Actualmente se está probando un dispositivo portátil que permite a los usuarios controlar sus tics mediante la estimulación del nervio mediano (NJCTS)
- Ecopipam: es un antagonista selectivo del receptor de dopamina D1, desarrollado por Emalex Biosciences. Los ensayos clínicos han mostrado que Ecopipam es efectivo para reducir los tics con menos efectos secundarios en comparación con los antipsicóticos tradicionales. Ha sido bien tolerado y ha demostrado una reducción significativa en las puntuaciones de tics en los estudios realizados con niños de 6 a 18 años.
- Estimulación Cerebral Profunda (DBS) Responsiva: este enfoque utiliza dispositivos que administran estimulación eléctrica basada en la actividad cerebral detectada, dirigida a regiones específicas como el tálamo centromediano y la corteza motora primaria. Estudios recientes han mostrado que esta forma de DBS puede reducir significativamente la severidad de los tics en pacientes refractarios a la medicación, con una reducción del 30% o más en la escala de severidad de tics de Yale en algunos participantes.
- Nuevas terapias de neuromodulación: incluyen técnicas como la estimulación magnética transcraneal repetitiva (rTMS) y la neurofeedback, que han mostrado resultados prometedores en la reducción de tics. Aunque todavía se encuentran en etapas experimentales, estos tratamientos están siendo investigados por su potencial para ofrecer alivio a los síntomas del síndrome de Tourette.
Estos avances reflejan un enfoque cada vez más diversificado y personalizado en el tratamiento del síndrome de Tourette, ofreciendo esperanza para mejores resultados y una mayor calidad de vida para los pacientes.
Creado: 14 de enero de 2011