Fumar marihuana afecta al desarrollo del cerebro

Fumar marihuana durante la adolescencia puede tener graves consecuencias para la salud, ya que según un reciente estudio el consumo de esta sustancia en esta etapa de la vida puede afectar al desarrollo del cerebro y provocar un deterioro que altere capacidades intelectuales como la memoria, la comprensión verbal, o la velocidad a la que se procesa la información.

Aunque la marihuana se utilice con fines médicos en el tratamiento de algunas enfermedades como el cáncer o la esclerosis múltiple, eso no significa que fumar cannabis sea beneficioso para la salud.

Para comprobar el impacto del consumo de marihuana en una etapa de la vida especialmente vulnerable como la adolescencia, investigadores del King’s College de Londres, de la Universidad de Duke en Estados Unidos, y de la Universidad de Otago de Nueva Zelanda, han llevado a cabo un estudio –que se ha publicado en ‘PNAS’– en el que han participado 1.037 voluntarios a los que hicieron un seguimiento desde su nacimiento (en los años 1972 y 1973) hasta los 38 años de edad.

Aquellos que habían empezado a fumar marihuana más jóvenes eran también los que presentaban un déficit mayor en su rendimiento intelectual

Los voluntarios realizaron tests neuropsicológicos cuando tenían 13 años y no se habían iniciado aún en el consumo de cannabis, y nuevamente al alcanzar los 38 años, edad a la que algunos ya eran consumidores habituales de marihuana. Los científicos comprobaron que las personas que tenían una mayor dependencia del cannabis eran las que presentaban un deterioro cognitivo mayor pero, lo más destacable del estudio es que pudieron observar que aquellos que habían empezado a fumar marihuana más jóvenes eran también los que presentaban un déficit mayor en su rendimiento intelectual.

Otro dato importante que revela el estudio es que el deterioro intelectual afectaba tanto a los que habían consumido cannabis de forma regular durante su adolescencia, como a aquellos que tan solo lo consumieron de forma ocasional. Incluso en el caso de abandonar el consumo posteriormente, la función neuropsicológica no se restauraba totalmente.

Los investigadores reconocen que son necesarios más estudios para determinar cuál es la cantidad, la frecuencia y la edad de inicio que generan el deterioro neuropsicológico, pero advierten que la pubertad es una etapa crítica en el desarrollo del cerebro, caracterizada por la maduración de las neuronas y la reorganización sináptica, y que un consumo crónico a estas edades tiene consecuencias negativas sobre la capacidad intelectual.