Beneficios de los fitoestrógenos para las mujeres mayores
Actualizado: 23 de septiembre de 2022
A pesar de que se han llevado a cabo multitud de estudios, aún existe controversia en relación a los beneficios que aporta el consumo de fitoestrógenos, por no haberse conseguido resultados totalmente concluyentes.
En el trabajo Estimación de la ingesta de fitoestrógenos en población femenina, realizado entre la Universidad de Granada y la de Costa Rica, se indica que diferentes líneas de investigación apuntan que la ingesta de alimentos que contienen de forma natural fitoestrógenos puede favorecer al organismo en los procesos en los que se necesitan hormonas, como es el ciclo menstrual; sin embargo, estas sustancias también podrían chocar con el estradiol, el estrógeno endógeno más potente que produce el organismo, lo que podría evitar la obtención de dichos beneficios. A pesar de esta última apreciación, el consumo de fitoestrógenos se considera seguro.
En el Informe del Comité Científico de la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) en relación con las consecuencias asociadas al consumo de isoflavonas se destaca la multitud de estudios que se han realizado para determinar los beneficios que aporta la toma de fitoestrógenos, más en concreto de las isoflavonas, especialmente desde el punto de vista preventivo frente a diferentes enfermedades o trastornos. Aunque en el informe se indica que estos supuestos beneficios también podrían deberse al efecto de otros componentes activos presentes en los alimentos, se puede señalar que la toma moderada de isoflavonas en una dieta sana y equilibrada:
Fitoestrógenos, aliados del corazón de las mujeres mayores
Además de los beneficios que aporta el consumo de fitoestrógenos a las mujeres frente a la menopausia y como medida preventiva frente a otras enfermedades propias de esta época, los alimentos ricos en estas sustancias también pueden reducir las probabilidades de padecer una enfermedad cardiovascular, cuyo riesgo aumenta entre las mujeres según se acercan al final de sus años fértiles. Esta capacidad cardioprotectora se debe a que estos estrógenos vegetales son capaces de disminuir los niveles de colesterol LDL (el considerado malo) y del total, y controlar la tensión arterial. A su vez, parece ser que las dietas ricas en proteína de soja (rica en isoflavonas) mejoran los casos de diabetes y de obesidad, ambas patologías reconocidas como factores de riesgo cardiovascular, debido a que favorecen la reducción de la resistencia a la insulina.
Aun así no se deben agradecer estos beneficios únicamente a las isoflavonas, porque las investigaciones indican que estos efectos se pueden producir al combinarse en dichos alimentos otras sustancias cardioprotectoras, como las vitaminas, minerales y grasas poliinsaturadas. Por esta razón, la American Heart Association no recomienda el consumo de suplementos de fitoestrógenos, sino de alimentos que los contengan, dentro de un estilo de vida saludable.
Creado: 18 de diciembre de 2015