No todos los productos cosméticos para la piel son iguales, y no todos tienen el mismo objetivo. Por ello, antes de comprarlos debemos saber cuál es nuestro tipo de piel y qué es lo que queremos conseguir con el tratamiento; esto es, mantener la piel hidratada, minimizar la presencia de arrugas, o conservar una piel más tersa y elástica.
Y sucede lo mismo con la presentación de dichos productos, encontramos una gran variedad de opciones lo que nos permite escoger la que mejor se adapta a nuestros gustos y necesidades, como cápsulas, cremas, monodosis, aceites, mascarillas o sérum, entre otros muchos.
Entre los compuestos más comunes en los cosméticos antiaging destacan:
- Coenzima Q10: esta sustancia está presente en nuestro organismo, y aunque comenzó utilizándose en medicamentos para tratar diferentes enfermedades cardíacas, hace años que pasó a ser un componente de los productos antiedad. La razón es que revitaliza los tejidos reduciendo las arrugas y fortaleciendo la piel para que esté más firme además de hidratada.
- Ácido hialurónico: al igual que la anterior, está presente en nuestro organismo y tiene una gran capacidad para retener el agua y mantener la piel hidratada, de ahí que desde hace años se haya incluido en la elaboración de productos cosméticos.
- Melatonina: aunque su uso más conocido está relacionado con el sueño, es un potente antioxidante que minimiza el impacto negativo de los radicales libres y de los rayos UV en nuestra piel.
- Aceite de argán: el aceite obtenido de las semillas de esta planta se ha convertido en un codiciado e indispensable ingrediente de numerosos productos cosméticos. La razón es que se trata de un potente regenerador celular, además de hidratar en profundidad la piel reduciendo las arrugas y la sequedad, inevitables con el paso del tiempo.