Medias de compresión: cuándo y cómo usarlas
Actualizado: 5 de septiembre de 2022
Las enfermedades relacionadas con el sistema circulatorio fueron la causa del 28,3% de los fallecimientos que se produjeron en España en 2018, según los datos del Instituto Nacional de Estadísticas (INE). La probabilidad de desarrollar una patología de este tipo aumenta con la edad, especialmente en las mujeres debido a los cambios hormonales que experimentan a lo largo de los años, aunque también están asociadas a seguir malos hábitos de vida, a la toma de ciertos medicamentos, a la obesidad, o incluso a factores genéticos.
Para prevenir estos problemas de salud, entre los que se incluye la insuficiencia venosa, resulta de gran ayuda el uso de medias de compresión; sin embargo, hay que saber cuáles son las más adecuadas en cada caso, y cómo y cuándo utilizarlas para obtener sus beneficios.
Para qué se utilizan las medias de compresión y cómo actúan
Las medias de compresión son una prenda considerada como producto sanitario, ya que se usan con el objetivo de prevenir o mejorar problemas de salud. Son uno de los métodos más utilizados como tratamiento frente a la mala circulación sanguínea, ya que, como indica Natividad Velázquez, licenciada en farmacia y técnico en ortoprotésica, “se utilizan para prevenir y para tratar enfermedades de origen venoso, (varices, síndrome post trombótico, insuficiencia venosa crónica, malformaciones arteriovenosas), edemas del sistema linfático (linfedema), lipoedemas (enfermedades relacionadas con el tejido adiposo), para personas que han sufrido quemaduras y para reducir los edemas localizadas por enfermedades degenerativas”.
El diseño y el material con el que están confeccionadas las medias de compresión consiguen que al ponérnoslas realicen una gran presión a la altura del tobillo, la cual se va reduciendo a lo largo de la pierna hasta llegar a la cadera, con el objetivo de favorecer el retorno sanguíneo, es decir, que la sangre llegue con mayor facilidad al corazón.
Y es que la presión que ejercen en diferentes puntos de las piernas consigue que las válvulas venosas, las que se encargan de que la sangre ascienda por las venas evitando la fuerza de la gravedad, funcionen correctamente, y por tanto la sangre continúe su camino hacia el corazón.
Tipos de medias de compresión
Natividad Vázquez explica que existen diferentes medias de compresión y es que “estos dispositivos se tienen que valorar como un medicamento y, por tanto, hay uno específico para cada paciente”. Se diferencian unas de otras por el grado de la presión de compresión, y por la elasticidad y memoria elástica de la media; mientras que podemos encontrar diferentes materiales de compresión y formas de fabricación, por lo que la elección no es fácil y “por ello es indispensable que la prescriba un profesional sanitario”, apunta la especialista en ortopedia.
La clasificación de tipos de medias de compresión se puede establecer según el grado de presión:
También se pueden clasificar según el tamaño de la media, ya que las hay cortas, medias-larga y panty:
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Cortas
Se indican a quienes tienen un estilo de vida sedentario.
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Media-larga
Para quienes tienen varices en su primera fase, así como para embarazadas, personas que sufren incontinencia o con problemas de movilidad.
Es importante elegir el modelo indicado para cada caso, porque usar tallas superiores, por ejemplo, puede originar dobleces o una mayor presión, lo que puede evitar que se obtenga el resultado terapéutico deseado.
Cuándo están indicadas las medias de compresión
Las medias de compresión, aunque a simple vista son una prenda de ropa, se consideran un producto sanitario y, por tanto, se deben utilizar bajo la recomendación y la supervisión de un profesional sanitario. En este sentido Natividad Vázquez apunta que “debe ser un especialista en cirugía vascular, un especialista en oncología, un especialista en ginecología (durante el embarazo), un médico rehabilitador, o un especialista en cirugía plástica, dependiendo del caso, quien prescriba el uso de las medias de compresión”.
En lo que se refiere a las personas que probablemente necesiten usarlas se encuentran:
Aunque su uso no suele ocasionar ningún problema, siempre que sea supervisado por un profesional sanitario, Natividad Vázquez señala que en ciertos casos pueden producir efectos secundarios en personas que tienen alguna enfermedad arterial sin diagnosticar, o que presentan alguna comorbilidad como la insuficiencia cardiaca o la renal.
Consejos para utilizar bien las medias de compresión
En caso de que te hayan prescrito el uso de medias de comprensión para prevenir o tratar algún problema de salud para el que estén indicadas, estos consejos te ayudarán a utilizarlas correctamente y aprovechar sus beneficios.
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Se deben utilizar a diario.
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Debido a que están diseñadas con un material delicado, se recomienda quitarse anillos o pulseras antes de ponérselas para evitar que se puedan enganchar.
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Mantener las uñas bien cortadas, por la misma razón.
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Antes de ponérselas, comprobar que las piernas están totalmente secas.
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Lavarlas a mano con detergente para prendas delicadas y con agua fría. Dejar que se sequen en un lugar fresco, sin que les dé el sol; tampoco se deben secar en secadora, ni colocar encima de un radiador.
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Dejarse asesorar por un profesional sanitario para elegir el modelo y la talla que más nos conviene.
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Combinar su uso con ejercicio físico, una dieta equilibrada y un estilo de vida saludable que ayuden a evitar la obesidad y otros factores que favorecen la mala circulación (tabaquismo, alcohol, hipertensión, etcétera).
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Si se pasan muchas horas sentado hay que intentar poner las piernas en alto de vez en cuando, y realizar ejercicios de movilidad con los pies para favorecer el retorno sanguíneo.
Creado: 16 de abril de 2021