Cuándo acudir al oftalmólogo

Varias patologías oculares se asocian con el envejecimiento, por lo que los adultos mayores deben revisarse la vista periódicamente. Conoce los síntomas que alertan de un problema y cómo cuidar la salud de tus ojos.

Problemas oculares más frecuentes en los adultos mayores

Por: Natalia Castejón

Periodista especializada en vida saludable

Actualizado: 17 de julio de 2024

Los ojos son la ventana al mundo exterior, una fuente importante de información que nos ayuda a conocer lo que nos rodea y que es fundamental cuidar cada día, especialmente a medida que se van cumpliendo años. La mejor manera de hacerlo es protegerlos de daños como la exposición a la radiación solar o a contaminantes, y conocer las señales que indican que debemos acudir al oftalmólogo.

Lo primero que hay que tener claro es que solo el oftalmólogo está capacitado para diagnosticar y tratar las enfermedades o problemas en los ojos. Hacemos hincapié en ello porque muchas personas ante algún cuerpo extraño, dolor, o pérdida de visión, acuden a los ópticos-optometristas, que son especialistas en visión que pueden detectar la presencia de miopía, hipermetropía, astigmatismo, estrabismos…, y adaptar las lentes de contacto o gafas, pero que ante cualquier tipo de patología deben remitir al oftalmólogo.

Con el paso de los años pueden aparecer algunos problemas oculares que tienen un carácter degenerativo y que, si no se tratan a tiempo, pueden provocar la pérdida de visión parcial, o total en los peores casos. Algunas de las patologías oculares asociadas a la edad son:

Degeneración Macular Asociada con la Edad (DMAE)
La DMAE afecta la mácula, la parte central de la retina responsable de la visión fina y detallada. Es un problema que suele aparecer a partir de los 70 años y que se caracteriza por causar una visión borrosa o distorsionada, pérdida de la visión central, dificultad para leer y reconocer caras. Se asocia a factores de riesgo como la diabetes en mayores o la hipertensión. Para tratarla se requiere terapia fotodinámica, inyecciones intravítreas y suplementos vitamínicos específicos.
Glaucoma
El glaucoma es un daño al nervio óptico, generalmente debido a una presión intraocular elevada. Las visitas al oftalmólogo son la única manera de detectar este trastorno ocular grave provocado por una presión intraocular elevada, que causa pérdida de visión periférica y visión de túnel en etapas avanzadas, pudiendo derivar en ceguera, y además sin presentar síntomas. Hablamos de la segunda causa de invidencia en el mundo, después de la diabetes. Se aborda con medicamentos, láser o cirugía para reducir la presión ocular.
Síndrome del ojo seco
El ojo seco es la insuficiencia en la producción de lágrimas o lágrimas de mala calidad. La escasez de lágrimas puede ser normal de manera ocasional, pero si se convierte en algo habitual puede que esta sequedad irrite la superficie ocular y dañe la córnea y la conjuntiva, pudiendo causar sensación de ardor, picazón, visión borrosa intermitente y sensibilidad a la luz. Se trata con lágrimas artificiales, medicamentos que aumentan la producción de lágrimas y otros procedimientos para conservar las lágrimas.
Cataratas
El cristalino es transparente, pero a partir de los 60 años puede comenzar a oscurecerse formando cataratas que reducen la capacidad visual, provocando visión borrosa, dificultad para ver de noche, sensibilidad a la luz, necesidad de más luz para leer… La mayoría de los casos de cataratas acaban tratándose con cirugía para reemplazar el cristalino opaco por una lente intraocular.
Presbicia
La presbicia también es conocida como vista cansada y se caracteriza por lapérdida gradual de la capacidad para enfocar objetos cercanos. Se estima que prácticamente todos los mayores de 50 años la padecen, pues aparece por el envejecimiento del cristalino y del músculo ciliar, las dos estructuras que ayudan a enfocar de cerca. Se asocia a dificultad para leer a corta distancia y necesidad de alejar los objetos para verlos claramente. Se puede tratar con lentes adecuadas (bifocales o progresivas) o con cirugía refractiva.
Retinopatía diabética
La retinopatía diabética es un daño a los vasos sanguíneos de la retina debido a la diabetes. Entre sus síntomas están la visión borrosa, manchas flotantes, pérdida de visión. Para tratarla se requiere un control estricto de la diabetes, fotocoagulación láser, inyecciones intravítreas.
Desprendimiento de retina
La separación de la retina del tejido subyacente es lo que conocemos como desprendimiento de la retina. En las personas que lo sufren aparecen de forma repentina manchas flotantes, destellos de luz y sombra en la visión periférica. Para su tratamiento se requiere de cirugía urgente (retinopexia neumática, vitrectomía, cerclaje escleral).
Opacidades vítreas (moscas volantes)
Lo que popularmente se conoce como moscas volantes no son sino partículas dentro del humor vítreo que proyectan sombras en la retina. Este fenómeno provoca pequeñas manchas o filamentos que se mueven con la visión, similares a molestas moscas. Generalmente no requieren tratamiento, pero en casos severos se puede considerar una vitrectomía.