Ancianos de alto riesgo
Existen personas mayores que, basándonos en diferentes criterios, son considerados frágiles o de alto riesgo. Resulta importante detectar quienes son estos ancianos para ayudarles en los cuidados que necesitan.

Ayudas para mayores de alto riesgo

Por: Marina García

Periodista, experta en salud y tercera edad

Actualizado: 23 de septiembre de 2022

Cuando una persona mayor presenta un problema de salud, como es el caso de algunos de los considerados como frágiles, suele resultar fácil de detectar y, según de qué se trate, solucionar. Sin embargo, los ancianos de alto riesgo presentan otra serie de complicaciones que no son percibidas por su entorno, y de las que no es consciente la propia persona. Entre estas destacan especialmente las sociales, como es el aislamiento de la sociedad, la situación económica, o el no estar conforme con la persona que le cuida o con el hecho de estar cambiándose de casa de los hijos frecuentemente. Estas situaciones, que ya de por sí llevan al mayor a ser considerado frágil, pueden originar otros problemas más graves, como la depresión, y enfermedades asociadas a la ansiedad y el estrés.

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Especial atención en el entorno al anciano de alto riesgo

Ante esta situación, es fundamental que las personas que forman parte del entorno del mayor frágil presten especial atención a su estado anímico, y tengan en cuenta sus gustos y necesidades, antes de tomar decisiones por él (siempre que su capacidad mental sea adecuada). Algunas de las cuestiones que se le deberían plantear son:

  • ¿Te encuentras a gusto con la persona que viene a casa a ayudarte?
  • ¿Te resulta cómodo vivir con todos tus hijos, o prefieres quedarte en casa de uno concreto, o en tu propia casa?
  • El hecho de quedarte solo en casa, ¿te provoca algún sentimiento negativo?
  • ¿Tu situación económica no te permite realizar ciertas actividades básicas para tu bienestar, como ver a tu familia y amigos?
  • Tras la pérdida de tu pareja, ¿tu hogar ya no te resulta acogedor?

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Las respuestas a estas preguntas pueden dar una idea de la situación anímica del mayor, con el objetivo de tomar decisiones consensuadas con él que le permitan gozar de una mejor calidad de vida.

Mujer anciana sonriendo

Ayudas dirigidas a los ancianos frágiles

Aunque no todos los mayores de alto riesgo o frágiles son dependientes, es cierto que muchos de ellos sí lo son y, por tanto, necesitan la ayuda de otra persona para realizar acciones puntuales, o que estén con ellos las 24 horas del día. En estos casos existen diferentes posibilidades; la elección de una u otra dependerá de diversos factores como los económicos y familiares:

  • La ayuda de un cuidador informal: en el caso de que el mayor frágil no esté viudo, el cuidador informal suele ser la pareja, siempre que ésta tenga la capacidad física y mental para hacerlo. Si no tiene pareja, las labores de cuidador informal normalmente recaen en uno o varios hijos. El problema de esta situación es que suele acabar apareciendo el síndrome del cuidador quemado, con estados de estrés y ansiedad por parte del cuidador que, de una forma u otra, llegan al mayor.
  • La ayuda del cuidador formal: se trata de contratar los servicios de un profesional, que puede ser desde alguien especializado en cuidados geriátricos, en enfermería, o simplemente en las tareas del hogar o de compañía; la elección de uno u otro depende de las necesidades del mayor.
  • La teleasistencia: se trata de un servicio muy útil y especialmente necesario en el hogar de los mayores que viven solos o presentan problemas de movilidad. Gracias a este servicio, con una simple llamada, pueden ser atendidos por un profesional socio-sanitario, que acudirá a su casa si es necesario.
  • La estancia en Unidades de Media Estancia: es especialmente útil para los mayores que, aunque están estables, no se encuentran con un estado de salud óptimo para estar en casa, o necesitan un tratamiento que sólo le pueden administrar de forma hospitalaria. En estas unidades también se realizan terapias de rehabilitación. La estancia en esta unidad es por un periodo de tiempo concreto, y su finalidad es que el mayor salga de ella con la capacidad de poder realizar las actividades básicas comunes.
  • Asistencia al Hospital de Día: se ofrece el servicio de esta unidad a las personas que necesitan un control determinado por padecer ciertas enfermedades o discapacidad. Por lo general, el propio hospital recoge al mayor de su domicilio por la mañana y le lleva de vuelta tras la hora de la comida.

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Creado: 28 de octubre de 2016

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