Cuando el cuidador necesita unas vacaciones
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Como cuidador de un paciente o familiar con algún tipo de demencia, es fundamental que dispongas de tiempo para ti para descansar, disfrutar de tu propia familia y amigos, y desconectar de la dura situación que estás viviendo. Para los momentos de vacaciones o en los que necesites un paréntesis, la primera alternativa debe ser pedir a la familia que cuide de la persona con demencia durante las horas o días en los que vas a descansar. Para no cargar con todo el trabajo a una sola persona sin experiencia de un día para otro, se puede realizar un reparto de tareas e involucrar a diferentes miembros de la familia, e incluso a algún amigo de confianza.
Si económicamente os lo podéis permitir, otra opción es contratar a un profesional que acuda al hogar del dependiente para que le ayude o le acompañe durante unas horas determinadas.
Además, existe una amplia variedad de programas de respiro familiar que ofrecen tanto la administración pública, como instituciones sociales como la Cruz Roja y empresas privadas. Se trata de servicios de atención integral a la persona dependiente por un periodo limitado de tiempo, para facilitar a los cuidadores momentos de tiempo libre y descanso, o recuperarse de una enfermedad.
Otra posibilidad ya mencionada es la atención del paciente en centros de día para fines de semana y estancias cortas, o solicitar un apoyo a domicilio por horas. Para poder solicitarlo a una administración pública, infórmate en el departamento de servicios sociales de tu ayuntamiento de los requisitos que se piden.
En estos momentos que cojas para ti es muy importante dejar a un lado los sentimientos de culpa, ya que ese descanso no solo te vendrá bien a ti sino también a la persona a la que cuidas, porque te servirá para reponer energías y afrontar el cuidado con una actitud más activa y positiva.
Creado: 20 de abril de 2018