Problemas de convivencia entre los 'abuelos golondrina' y sus familiares
Actualizado: 29 de julio de 2022
A priori cualquier padre o madre tendría que estar encantado de volver a vivir con sus hijos y nietos, pero la realidad no siempre es así y es frecuente que surjan problemas de convivencia. Las tornas han cambiado, y ahora es el progenitor el que entra a vivir a la casa de su hijo; ya no son sus normas, sino las de la nueva familia que ha formado su vástago, y que pueden ser muy distintas a las que está acostumbrado. Aunque tarde o temprano se acabaría adaptando a la situación, la realidad de los 'abuelos golondrina' es algo más complicada, porque no sólo se tienen que habituar a las costumbres de una familia, sino a las de las familias de todos sus hijos, y ya se sabe que “cada casa es un mundo”.
A esto, además, se debe sumar todo lo que supone mudarse de casa cada cierto tiempo, ¿te imaginas que todos los años cambiases tu residencia? Pues esto es a lo que se tiene que acostumbrar el 'abuelo golondrina', pero normalmente cada pocos meses. Estas mudanzas continuas dificultan que se asiente en un hogar y se establezca una convivencia plena con una familia concreta, o que conozca el entorno donde se mueve, es decir, se sienta uno más en su nueva casa y barrio, y no como un extraño.
Conflictos entre los familiares de los 'abuelos golondrina'
El turno rotatorio que se establece entre las diferentes familias del 'abuelo golondrina' para cuidarle, no sólo puede llegar a desestabilizar al mayor, sino también a sus familiares. Y es que es muy común que surjan conflictos entre hermanos a la hora de establecer los turnos, diferencias de horarios de trabajo, de rutinas, hábitos, intereses e, incluso, desacuerdos con su propia pareja, pueden provocar enfados entre los familiares.
El problema es que estos altercados familiares repercuten directamente en la persona mayor, que es totalmente consciente de que está siendo el motivo de enfrentamientos entre sus propios hijos, algo que le puede hacer pensar que es una carga y un problema, generándole tristeza, angustia y soledad.
Ante esta situación es fundamental que los cuidadores piensen en su bienestar familiar, y sean conscientes de que si han tomado la decisión de cuidar de esa forma de su mayor, es por el bien de todos y no para generar conflictos. Para ello, el primer paso que deben dar es estableces unas normas fijas que garanticen una estabilidad para todos los miembros de la familia, incluido por supuesto el abuelo, con las que todos estén conformes.
Creado: 2 de julio de 2015