Maltrato al mayor
El maltrato a los ancianos, por desgracia, es tan común como el de género o el infantil. La diferencia es que el abuso al mayor suele pasar desapercibido, y el propio afectado no lo denuncia por miedo o desconocimiento.

Señales que delatan a un anciano maltratado

Por: Marina García

Periodista, experta en salud y tercera edad

Actualizado: 28 de julio de 2022

Es importante que la sociedad conozca las señales que hacen sospechar que un mayor está siendo maltratado, ya que en la mayoría de los casos ellos no se sienten con la valentía de denunciar su situación. También puede ocurrir que el anciano realmente no sea consciente de lo que le están haciendo, como ocurre con el abuso material y económico.

PUBLICIDAD

Algunas de las manifestaciones en las que deben fijarse las personas del entorno del mayor son:

  • El anciano muestra un aspecto descuidado, con la ropa sucia, vieja y mal olor.
  • El mayor ha cambiado su rutina. Por ejemplo, ya no se le ve en el parque a la hora en que solía estar, o no ha salido de casa en varios días.
  • Se observan malas reacciones del cuidador hacia el mayor, como es empujarle para que camine más deprisa, o no prestarle ayuda al bajar las escaleras.
  • El mayor ha dado un bajón en pocos días, se le ve más delgado, con mala cara, aspecto frágil, o simplemente no habla con la misma vitalidad que antes.
  • El mayor no acude a por sus medicinas cuando el farmacéutico sabe que debería haberlo hecho.

Efectos que provoca el maltrato de las personas mayores

Dejando a un lado los posibles daños físicos que pueden sufrir las personas mayores que son maltratadas, los cuales se agravan por su delicado estado de salud, cualquier manifestación de abuso les repercute mentalmente.

PUBLICIDAD

Señales que delatan a un anciano maltratado

Los expertos en psicología geriátrica coinciden en señalar que los mayores maltratados tienden a sentirse atrapados en su cuidador debido a su grado de dependencia, lo que conlleva sentimientos de inseguridad, incapacidad, y desesperación. Estos efectos, además de fomentar estados de tristeza y de depresión, originan el autoabandono del mayor, favoreciendo la falta de interés por sus aficiones, por su medicación y, en el peor de los casos, por su propia vida.

El miedo a que el maltratador tome represalias contra él en forma de gritos, golpes, o abandono, impide al mayor denunciar esta situación.

PUBLICIDAD

Creado: 11 de diciembre de 2015

PUBLICIDAD

PUBLICIDAD