Una vida social activa ayuda a frenar el deterioro cognitivo
01/12/2014
/curiosidades/ensayos-clinicos-tipos-fases-y-como-se-llevan-a-caboPara prevenir y ralentizar la pérdida de memoria, lo mejor es mantener una vida social activa y practicar ejercicio físico de forma moderada con regularidad, según los expertos que, además, alertan contra las estrategias publicitarias que exageran las propiedades de los videojuegos para entrenar el cerebro (brain training, en inglés), y explican que no existen evidencias científicas que avalen los supuestos beneficios de esta práctica.
Los científicos, que compararon los resultados de 51 ensayos clínicos que incluían a 5.000 personas, afirman que el autoentrenamiento mental en el hogar no tiene efectos terapéuticos sobre la cognición
Un grupo de investigadores del Instituto de Investigación en Mente y Cerebro de la Universidad de Sydney ha realizado un trabajo en el que se revisaban 51 estudios sobre la efectividad de este tipo de videojuegos para mantener o mejorar las capacidades cognitivas de personas sanas mayores de 60 años, y ha concluido que los resultados no justifican invertir tiempo y dinero en estos ejercicios mentales, mientras que otras actividades como practicar senderismo, aprender idiomas, o jugar con los nietos, sí han demostrado ser de ayuda para mejorar la atención o el razonamiento.
Los científicos, que compararon los resultados de 51 ensayos clínicos en los que se analizaron los datos de alrededor de 5.000 personas, han afirmado que el autoentrenamiento mental realizado en el hogar no tiene efectos terapéuticos sobre la cognición, y que aunque sí puede influir positivamente en determinadas habilidades como la agilidad mental en el caso de que se desarrolle en grupo y bajo el control de expertos, no mejora funciones ejecutivas complejas, como la planificación y resolución de problemas, ni la memoria verbal.
Frente al entrenamiento cognitivo, y al menos mientras no se puedan demostrar científicamente sus supuestos beneficios, los expertos proponen realizar otras actividades intelectuales –leer, aprender cosas nuevas, relacionarse con otras personas…– o físicas, como practicar ejercicio aeróbico regular, que favorece el riego sanguíneo del cerebro y ayuda a formar nuevas conexiones vasculares y neuronales, lo que contribuye a una mejora de la atención o el razonamiento.
Actualizado: 20 de mayo de 2020