Si eres uno de los muchos abuelos que encuentran en la obligación, y también en el deseo, de cuidar de sus nietos durante las vacaciones, ten en cuenta que según cómo afrontes este cometido, estos días pueden ser placenteros disfrutando de la familia, o una estresante y agotadora estancia en la playa. Como todos queremos que sean en la línea de la primera opción, se debe intentar seguir estos pasos:
- Planificación: antes de que comiencen las vacaciones establece con tus hijos los días que vas a estar al cuidado de tus nietos. De esta forma se pueden planear diferentes actividades, mentalizarse y dedicar unos días a los nietos y otros a nosotros.
- Límites: establecer con los hijos un horario, más o menos flexible, y una serie de reglas que puedas aplicar para que te resulte más fácil el cuidado de tus nietos. Es cierto que en vacaciones todos dejamos a un lado las normas del día a día, pero puede ser un auténtico problema si permitimos que los niños hagan lo que les apetezca en el momento que quieran. Establecer una pequeña rutina también te permite tener unas vacaciones ordenadas.
- Hablar con los nietos: si tienen edad para ello, conversa sobre lo que les apetece hacer y planificarlo de tal forma que podáis disfrutar juntos. Si quiere ir a la playa, acordad el horario que más os convenga; en el caso que quiera montar en bicicleta, fijad un recorrido por el que le puedas seguir andando; y si quiere jugar proponle algún juego en el que tú puedas participar, como puede ser la petanca, las palas en la playa o el ajedrez en casa o bajo una buena sombra.
- Calma: no te agobies si no puedes seguir el ritmo de tu nieto, es normal ¿quién puede? Pero si ves que se te va de las manos, habla con el pequeño o con sus padres para explicarle que abuelos y nietos se deben cuidar mutuamente. También te puede ayudar proponerle actividades más tranquilas cuando le veas que está un poco alterado, como son jugar al parchís, salir a tomar un granizado o hacer un hoyo lo más profundo posible en la arena.