Entrenar el equilibrio a partir de los 60, por qué es aconsejable
Actualizado: 30 de enero de 2023
Mantenerse activo durante la tercera edad proporciona innumerables beneficios físicos y emocionales, pero si además en esa actividad se incluyen ejercicios funcionales que tengan como finalidad mejorar alguna de las capacidades que se pierden con el paso de los años, las ventajas son aún mayores. Un ejemplo de ello son los ejercicios para trabajar el equilibrio, ya que es una capacidad que va mermando con el envejecimiento y es muy importante mantenerla para gozar de buena calidad de vida en la tercera edad.
La importancia del equilibrio en la tercera edad
Mantener un buen equilibrio y coordinación es fundamental para realizar acciones tan sencillas y cotidianas como andar, ducharse o vestirse. Como se ha indicado, el paso de los años reduce estas capacidades hasta el punto de necesitar ayuda para llevar a cabo dichas acciones, así como otras tareas y actividades cotidianas, es decir, la persona se vuelve dependiente.
El problema no está solo en la falta de autonomía, sino que esta situación suele venir acompañada de aislamiento social, depresión, dificultades para asearse o hacer la comida…, condicionando negativamente la calidad de vida del mayor.
Además, la falta de equilibrio es una de las principales causas de caídas y golpes, lo que puede generar lesiones importantes a la persona mayor que no acaben de recuperarse en su totalidad.
Causas de la pérdida de equilibrio a partir de los 60 años
A medida que envejecemos es más probable que surjan ciertas alteraciones en nuestro organismo, e incluso enfermedades, que pueden afectar también a nuestro equilibro, como:
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Visión
Existen diferente problemas oculares propios de la tercera edad, como las cataratas, la degeneración macular o el glaucoma. La pérdida de visión influye en nuestra capacidad para mantener el equilibrio.
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Recepción del sistema nervioso
El paso de los años reduce la capacidad de recibir información de los diferentes receptores del organismo, entre los que se encuentran los situados en los pies.
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Oído
El oído interno proporciona información sobre el movimiento y la gravedad, pero el envejecimiento conlleva que dichos datos se recojan con mayor dificultad, lo que puede provocar mareos y pérdida de equilibrio.
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Concentración
Es una capacidad necesaria para realizar muchas acciones, y sin embargo los mayores suelen tener más dificultades para concentrarse, lo que también influye en su habilidad para mantener el equilibrio.
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Fuerza muscular
Si a la presencia de alguno o varios de estos problemas le sumamos que las personas mayores suelen tener menos fuerza muscular, el resultado son los problemas para mantener el equilibrio, y por ello en este periodo de la vida es recomendable realizar ejercicios que ayuden a ganar y mejorar el equilibrio.
Contraindicaciones de los ejercicios de equilibrio
Los ejercicios para trabajar el equilibrio se pueden adaptar a las capacidades de cada persona, ya que los hay desde muy sencillos hasta más complejos propios de funambulistas. Sin embargo, en el caso de los adultos mayores se deben tener en cuenta algunos factores que pueden influir en su realización.
Como ocurre con cualquier otra actividad que requiere un esfuerzo físico, siempre es recomendable preguntar previamente al médico si estamos en condiciones de llevarlo a cabo. Teniendo en cuenta esta recomendación, estos ejercicios pueden no ser apropiados para personas que se encuentren bajo alguna de estas circunstancias:
Creado: 3 de julio de 2020