Sexo en la tercera edad
Que la tarta de cumpleaños tenga muchas velas no es impedimento para seguir disfrutando del sexo, solo hay que encontrar la mejor manera para ello. Te contamos cómo mantener el deseo pasados los 65.

Sexo y tercera edad: cómo afectan los cambios físicos

Por: Laura Saiz

Periodista especializada en deporte, belleza y bienestar

Actualizado: 29 de julio de 2022

La sexualidad es una función más de los seres humanos que, lógicamente, y como ya apuntábamos en el apartado anterior, se ve afectada por los cambios fisiológicos asociados al envejecimiento. A continuación te detallamos algunos de los cambios que experimenta nuestro organismo con el paso de los años y que más influyen a la hora de mantener relaciones sexuales en la tercera edad.

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Cambios físicos en los hombres en la tercera edad

Las relaciones sexuales se pueden ver influenciadas, en el caso de los hombres, por algunas alteraciones fisiológicas que se incrementan con la edad. Los principales problemas son:

  • Un menor riego sanguíneo que dificulta la llegada de sangre al pene y, por lo tanto, una erección completa. Este problema suele ser provocado por diferentes patologías, entre las que se encuentran la arteriosclerosis, la hipertensión arterial, el tabaquismo, etcétera.
  • Disminución de la testosterona (hormona masculina) y, como consecuencia, una percepción más lenta de los estímulos que retrasa la excitación, así como una disminución de la sensibilidad en la zona genital.
  • Retraso también en la respuesta ante los llamados preliminares (estímulos táctiles y visuales). Esto provoca que sea necesario que el periodo anterior al coito deba ser más largo para conseguir una erección.
  • El tiempo que el pene aguanta erecto es mucho menor y es más complicado tener una segunda erección en corto plazo.
  • La eyaculación llega antes y la cantidad de semen expulsado es menor.
  • La lubricación también es menor, lo que dificulta el contacto con la vagina.
  • Los orgasmos son más cortos y menos intensos que en años anteriores.
  • Se reduce el tamaño de los testículos, mientras que la próstata aumenta.

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Además de los cambios normales asociados al envejecimiento y el incremento de las patologías que pueden influir, existen también enfermedades propias de la zona genital que afectan directamente a la vida sexual de los mayores, y que tienen más incidencia en el caso de los varones. Es lo que ocurre, por ejemplo, con la androgenodeficiencia, es decir, deficiencia de testosterona que, según explica el doctor Jesús Fernández Rosaenz, urólogo del Hospital Viamed Los Manzanos (La Rioja), aumenta principalmente a partir de los 60 años.

A esa misma edad, la disfunción eréctil afecta a un 30% de la población masculina. Las patologías prostáticas, ya sea la hipertrofia benigna o el cáncer de próstata, afectan directamente a la eyaculación y al orgasmo.

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Todas estas patologías hacen que se recomiende a los varones que empiecen a someterse a revisiones periódicas a partir de los 50 años, e incluso antes si se produce algún síntoma, ya que no poder mantener una vida sexual plena puede ser un indicador de un problema de salud más serio.

Cambios físicos en las mujeres en la tercera edad

Normalmente, la menopausia es un proceso fisiológico que las mujeres sufren a partir de los 55 años de forma más acentuada, aunque no es raro que los primeros desarreglos hormonales comiencen ya en la cuarentena. La menopausia conlleva una reducción de la cantidad de estrógenos (hormona femenina), lo que provoca también alteraciones en la zona genital femenina.

Los cambios más importantes que sufren las mujeres, una vez que empiezan con los desarreglos hormonales propios de la menopausia, son:

  • La vagina pierde elasticidad y puede que se produzcan molestias durante el coito.
  • Es normal que las mujeres sufran sequedad vaginal, lo que provoca una menor lubricación y, por lo tanto, irritación o dolor durante el coito. Es conveniente aumentar el tiempo de preliminares para tratar de conseguir una lubricación suficiente.
  • La sensibilidad de la zona genital es mucho menor, por lo que s necesario una estimulación previa mayor.
  • Al igual que los hombres, los orgasmos son más cortos y menos intensos y no es habitual poder repetirlos a corto plazo.
  • El tamaño del útero y los ovarios disminuye, así como el de la vagina, que puede llegar a acortarse y estrecharse.

Creado: 8 de octubre de 2012

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