Calefacciones: cómo mantener tu casa caliente
Estar caliente en casa y evitar que la factura energética se dispare en invierno no es fácil para los mayores, pero estos consejos te ayudarán a elegir y usar mejor la calefacción para conseguir la temperatura adecuada sin pagar de más.

Cómo mantener tu calefacción en buen estado

Por: Marina García

Periodista, experta en salud y tercera edad

Actualizado: 22 de septiembre de 2022

Un factor importante para que nuestro sistema de calefacción funcione correctamente, y su uso no haga incrementar demasiado nuestra factura energética, es llevar un mantenimiento adecuado.

Para ello, lo primero que debes tener en cuenta es que dependiendo del tipo de calefacción que tengas, debes hacer una revisión obligatoria en un plazo determinado de tiempo:

  • Caldera de gas: cada dos años; en el caso de gas natural, cada cinco.
  • Caldera de gasoil: todos los años.
  • Caldera eléctrica: depende del fabricante, consúltalo y no lo pases por alto.
  • Radiadores: mantenimiento anual, y revisión cada dos años.
  • Suelo radiante: todos los años.
  • Bomba de calor: mantenimiento anual, y revisión cada dos años.

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Calefacción, cerrar las ventanas

Y es que un sistema defectuoso aumentará el consumo y, por tanto, el coste; además, las reparaciones (si el aparato es antiguo puede que no encontremos las piezas que necesitemos), o la compra de un aparato nuevo, siempre va a resultar más caro que seguir las pautas adecuadas de mantenimiento, y para ello no siempre vas a necesitar la ayuda de un técnico, ya que son muy sencillas:

  • Revisa la caldera: en concreto, es muy importante comprobar su presión en frío. Se recomienda que esta sea de 1,5 bar; si está por debajo de 0,5 bar seguramente no funcione; en cambio, si es superior, cuando circule el agua caliente la presión será aún mayor y se activará la válvula de seguridad.
  • Purga los radiadores: es lo primero que debes hacer antes de poner en marcha el sistema de calefacción cada año. Esto no es otra cosa que quitar el aire de los radiadores, algo sencillo pero que si no se hace puede impedir que el agua caliente circule bien por el radiador. Si tu radiador es nuevo seguramente incluya una válvula de purgado automático, por lo que te ahorrarás esta tarea pero, si no es así, te toca sacar el aire tú mismo. Es algo muy sencillo, simplemente localiza la válvula de escape (situada en la parte de arriba o debajo del radiador), coloca un cubo o barreño debajo por si sale agua, y abre muy lentamente la válvula con un destornillador teniendo cuidado de que no te dé el aire, ya que puede salir con bastante presión.
  • Cuando no oigas aire saliendo por la válvula, haz lo mismo con el resto de radiadores. Una vez hayas acabado con todos, enciende la caldera y cuando empiece a salir vapor, comprueba que están bien cerradas las válvulas de todos los radiadores y que se calientan de manera uniforme, y apaga la caldera hasta que llegue el frío.
  • Limpia los radiadores: te parecerá una obviedad, pero es muy importante que antes de que pongas en funcionamiento la calefacción los radiadores estén limpios, libres de polvo y de residuos acumulados. En algunos casos incluso puede que te cueste quitar ciertas manchas; para ello utiliza productos específicos que puedes encontrar fácilmente, pero no recurras a pintarlos o a usar otros productos agresivos que pueden quitar el esmalte del radiador.
  • Revisa todos los elementos del sistema: si tienes caldera en casa, debes revisar que todos los circuitos están en buenas condiciones. Por un lado, comprueba que está enchufada correctamente y que el conducto del gas no se ha deteriorado, es decir, no tiene grietas; además, tiene que estar bien conectado y con la llave de paso abierta. No te olvides de revisar también la toma por donde entra y sale el agua.

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Calefacción

Cuándo es necesario llamar al técnico de la calefacción

Se recomienda que toda la limpieza y mantenimiento del sistema de calefacción se realice unas semanas antes de la llegada del frío para poder disponer de tiempo suficiente para arreglar cualquier problema. En algunos casos la solución estará en nuestras manos, pero en otros tendremos que llamar al técnico. Si tienes contratado un seguro del hogar, puede que te cubra el arreglo.

Vamos a ver algunas situaciones en las que necesitarás la ayuda de un especialista:

  • Has purgado los radiadores y aun así no calientan lo suficiente.
  • Los conductos de la caldera se han deteriorado y hay que cambiarlos.
  • Has comprobado que todos las conexiones y conductos de la caldera están bien, pero no funciona correctamente.
  • Fíjate en la luz del piloto de la caldera, si es roja o no se enciende, es posible que haya un problema, como una fuga de agua o una obstrucción.
  • El termostato no funciona correctamente y, por tanto, los radiadores no alcanzan la temperatura deseada.
  • Se ha producido una acumulación de cal en el interior del circuito de la calefacción, lo podemos detectar porque emite un ruido raro.
  • Ante cualquier problema cuyo origen desconozcas o que no consigas solucionar, es mejor ponerse en manos de profesionales antes de agravar la avería o de sufrir un accidente por una manipulación inadecuada.

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Creado: 31 de enero de 2019

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