Consejos para convivir con un familiar con delirios o alucinaciones
Actualizado: 22 de septiembre de 2022
Los familiares y las personas del entorno del anciano que presenta ideas que no se corresponden con la realidad son la clave para tratar el problema lo antes posible, ya que sufrir un delirio indica que algo no está funcionando correctamente, por lo que es importante ir al médico lo antes posible para que le realice una revisión y un seguimiento e indique el tratamiento más adecuado o el especialista al que debe derivarle.
Cuando el delirio no surge como consecuencia de un problema puntual, y por tanto debe ser tratado de forma continua, el afectado no permanecerá en el hospital, por lo que en estos casos la familia debe intentar crear en casa un ambiente adecuado para él y ayudarle en todo lo posible.
Cómo deben actuar los cuidadores de familiares con delirios
Lo ideal en casa es seguir las siguientes pautas de actuación:
Para los familiares vivir con un anciano que sufre delirios y alucinaciones puede ser una situación muy dura y estresante, ya que es muy común que el adulto mayor padezca insomnio o experimente los trastornos de noche. Además, es muy común que los delirios y las alucinaciones estén relacionados con los familiares, por lo que pueden mostrarse ariscos e incluso agresivos contra ellos.
Por estas razones el familiar que se encarga de su cuidado puede necesitar ayuda, y si es así no debe sentirse culpable y buscar a una persona que le permita tener momentos de desconexión y descanso.
Actividades estimulantes para los ancianos que sufren delirios
Os proponemos algunas ideas sobre posibles actividades y acciones para realizar con los mayores que presentan delirios y alucinaciones, que pueden resultar de ayuda para los familiares que desean que su ser querido mantenga activo su cerebro:
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Facilitarle una pelota para que juegue con ella, colocarle notas en la pared o en la nevera con tareas fáciles, pedirle que encuentre algo, o incluso bailar con el anciano, son actividades que favorecerán su motricidad.
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Mantener el contacto físico con el mayor; tocarle la espalda, el brazo o la rodilla son gestos que le pueden tranquilizar. Sin embargo, hay que evitar el contacto con zonas más sensibles como la cara o la mano.
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Tener una mascota, como un perro, puede ser de gran ayuda para nuestro familiar con delirios, ya que favorece la reducción de la ansiedad y potencia el contacto físico. Sin embargo, antes de llevar un animal a casa, hay que consultar con el mayor si lo quiere y estipular un periodo de prueba para ver cómo reacciona ante su presencia.
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Fomentar las llamadas telefónicas, especialmente si no quiere salir mucho a la calle y no está en contacto con más personas. Estas conversaciones pueden crear un paréntesis de tranquilidad en su mente.
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Ayudar al adulto sénior a que cambie de posición del cuerpo para estimular su sistema vestibular (es el que procesa la información sensorial), ya que si este se atrofia el cerebro pierde capacidad para procesar los estímulos que le llegan del exterior. Debe girar el cuerpo, levantarse y acostarse, andar, y hasta bailar, a lo largo del día.
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En la medida de la posible comer siempre con el mayor para crear un ambiente de seguridad y que sienta que pertenece a una familia. El simple hecho de colocar los cubiertos o partir el pan le puede generar un sentimiento de bienestar.
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Ayudarle a realizar actividades con las manos para mantener el cerebro distraído. Tejer, hacer ganchillo, pintar, jugar a las cartas o al dominó, son buenas opciones para conseguirlo.
Creado: 22 de marzo de 2019