El herpes zóster aumenta el riesgo de ictus en mayores
30/12/2015
Las personas mayores que sufren una infección por el virus del herpes zóster tienen más riesgo de presentar un ictus a corto plazo, según ha revelado un estudio publicado en Mayo Clinic Proceedings, mientras que PLOS Medicine recoge los datos de otro trabajo que asocia el diagnóstico del herpes zóster no solo con el ictus, sino también con más probabilidades de sufrir un infarto de miocardio en los meses siguientes.
La infección por herpes zóster se relacionó con una incidencia 2,4 veces mayor de ictus isquémico y 1,7 veces superior de infarto de miocardio en la primera semana tras la infección
Los autores del primer estudio compararon los historiales médicos de 5.000 personas mayores de 50 años afectadas por un episodio de herpes zóster con otros tantos sujetos de la misma edad y sexo que no habían padecido esta infección, y comprobaron que los primeros tenían un 50% más riesgo de sufrir un ictus en los tres meses siguientes a la infección, y que al ajustar otros riesgos y comorbilidades esta mayor propensión continuaba.
Barbara Yawn, del Departamento de Investigación del Centro Médico Olmsted de Rochester (EE.UU.), ha explicado que diversos estudios han mostrado que el virus zóster podría afectar a los tejidos vasculares y al sistema nervioso central y provocar enfermedad sistémica, y que los resultados que han obtenido también podrían deberse a la respuesta inflamatoria que se produce durante un episodio agudo de herpes zóster.
En la investigación que publica PLOS Medicine se analizaron los datos de 43.000 pacientes estadounidenses diagnosticados de herpes zóster e ictus isquémico, y otros 24.000 que habían padecido dicha infección y un infarto de miocardio en un periodo de cinco años.
Los investigadores, dirigidos por Caroline Minassian, de la Escuela de Higiene y Medicina Tropical de Londres, estudiaron las tasas de incidencia de ambas enfermedades vasculares y comprobaron que la infección por herpes zóster se relacionaba con una incidencia 2,4 veces mayor de ictus isquémico y 1,7 veces superior de infarto de miocardio en la primera semana tras la infección, observando además que la tasa incrementada de eventos cardio y cerebrovasculares disminuía progresivamente durante los seis meses siguientes.
Actualizado: 25 de abril de 2017