Stent coronario, en qué consiste y cuándo está indicado
Actualizado: 4 de mayo de 2023
El stent coronario es un dispositivo con estructura de malla metálica cilíndrica que se coloca en las arterias coronarias, es decir, los vasos sanguíneos que llevan la sangre al corazón, con el objetivo de desobstruirlas y prevenir problemas como la arteriosclerosis, que se produce cuando se obstruyen las arterias y, por tanto, se reduce la irrigación sanguínea, lo que puede ocasionar una angina de pecho, cuando la obstrucción es parcial, o un infarto de miocardio cuando la obstrucción es total.
La colocación de un stent coronario actualmente se utiliza en gran medida con la finalidad de desobstruir arterias y así evitar accidentes cardiovasculares que incluso pueden llevar a la muerte. Según datos del “Registro Español de Hemodinámica y Cardiología Intervencionista. XXIX Informe Oficial de la Asociación de Cardiología Intervencionista” de la Sociedad Española de Cardiología (1990-2019), en 2019 se implantaron casi 113.000 stent en España, aumentando un 4,1% en relación con 2018, siendo el stent farmacoactivo el tipo de dispositivo que prevalece frente a los demás.
Según explica el Dr. Carlos Macaya, presidente de la Fundación Española del Corazón (FEC) “el stent es la herramienta con la que conseguimos abrir un vaso sanguíneo que está obstruido. Hoy en día hay menos muertes por infarto debido a que conseguimos abrir las arterias coronarias muy pronto por medio de las angioplastias primarias. En cuanto detectamos una clínica sospechosa de infarto, a la persona se la traslada rápidamente a un hospital para que le hagan de forma urgente una angioplastia primaria con la que abrir el vaso sanguíneo y colocarle un stent”.
Tipos y partes del stent
Los stents se clasifican en metálicos convencionales o no recubiertos; y recubiertos, farmacoactivos o liberadores de drogas:
En lo que se refiere a las partes que forman el stent son las siguientes:
Cuándo es necesario colocar un stent
El stent se coloca en un vaso cuando está mal; de hecho, angioplastia, el nombre del procedimiento con el que se coloca así lo indica: “angio” significa vaso y plastia “reparación”, como explica el Dr. Macaya, que continúa “cuando colocamos un stent es porque el vaso está obstruyendo la luz, no deja que pase sangre correctamente. Si esta obstrucción es total puede darse un infarto, y si es parcial una angina de pecho”.
Los stents se pueden colocar a personas de cualquier edad, lo único que se necesita para poder colocarse es que esté indicado, “ya que existe un impedimento para colocarlo, y es que el vaso tenga una luz muy reducida, es decir, menos de un milímetro, porque al colocar el stent se obstruiría en seguida”, explica el doctor.
Se trata de una intervención que tiene un riesgo limitado; normalmente el paciente está despierto, ya que no es necesario abrirle para realizar la operación porque todo se lleva a cabo a través de la arteria con un simple pinchazo con el que se introduce el catéter. “Es una intervención cómoda, solo es necesaria anestesia local. De hecho, si se realiza por la mano, el paciente se levanta en cuanto acaba la operación y casi podría irse andando, pero por precaución se le impide. La persona se quedan en observación un día y si todo va bien se va a su casa”.
Sin embargo, pueden surgir complicaciones si, por ejemplo, al inflar el balón se rompe el vaso, pero es algo poco frecuente. Lo que hay que tener en cuenta es que hay personas que presentan más riesgo, “no es lo mismo que vayamos a arreglar una arteria, a que tengamos que arreglar cuatro, por lo que el riesgo será mayor. Además, si nos encontramos con vasos que están muy mal, que por ejemplo están muy duros o hay un trombo de gran tamaño, el procedimiento es más complicado” explica el Dr. Macaya.
Cómo se coloca un stent coronario
El procedimiento que se lleva a cabo para implantar un stent en una arteria coronaria es la angioplastia coronaria. Antes de proceder a la intervención se debe realizar una coronariografía para saber qué arterias y en que ubicación se encuentra la obstrucción o las obstrucciones. La angioplastia se realiza a través de una punción en una arteria periférica, y puede hacerse a través de la muñeca o de la ingle, con anestesia local. El primer paso es introducir un catéter (pequeño tubo flexible) por esa arteria y dirigir el catéter a la zona a tratar; para ello es necesario ayudarse con el uso de contraste radiológico y de un aparato de rayos X.
El siguiente paso es llevar un pequeño balón deshinchado, donde está plegado el stent, hasta la zona obstruida. Cuando se llega a la lesión el balón comienza a hincharse poco a poco para aumentar la luz del vaso, y echar la placa que obstruye la arteria hacia la pared de la misma. Tras este procedimiento el stent queda colocado en la pared de la arteria consiguiendo que la arteria vuelva a tener su forma original.
“La colocación de un stent es como cuando en las carreteras de montaña se colocan mallas para que no caigan piedras a la vía” explica el Dr. Macaya a lo que añade “los stents se pueden colocar en arterias y en venas, pero estás últimas tienen la pared muy fina, son vasos en los que la sangre va a muy baja a presión por lo que un stent se coagularía; además, no resulta grave que una vena se obstruya. En cambios si una arteria se obstruye resulta muy peligroso para la salud, y en ellas la sangre circula a alta presión por lo que es más complicado que se coagule. Por ello, no tiene sentido que se coloquen stent en las venas”.
Qué ocurre tras la angioplastia
Tras colocar el stent, durante unas semanas el cuerpo humano tiene que aislar ese objeto extraño creando un tejido muy fino. Para evitar que se generen coágulos con esta formación, el paciente tendrá que tomar una serie de medicamentos antiagregantes. Tras unos meses, si todo va bien, se puede quitar el antiagregante plaquetario porque el stent ya ha sido aceptado por el cuerpo, no es un cuerpo extraño, por lo que no da pie a que se formen trombos.
Además, para evitar que el tejido que se crea para aislar el stent sea demasiado grueso (restenosis) y, por tanto, genere una nueva obstrucción del vaso, los stent llevan unas sustancias antiproliferativas que pertenecen a la familia de fármacos inmunosupresores, “hoy en día la mayoría de los stents que se colocan llevan esta sustancia y se conocen como stents farmacoactivos”, apunta el presidente de la Fundación Española del Corazón.
Consejos a los pacientes tras la colocación de un stent
La colocación de un stent no suele conllevar complicaciones postoperatorias, pero se recomienda que los pacientes tengan en cuenta una serie de medidas para evitar cualquier riesgo. Los consejos a seguir dependen de las características y el estado de salud de la persona tratada, así como de si la intervención se ha realizado por la muñeca o por la ingle, pero en términos generales se indica:
Además, hay que tener en cuenta que la colocación de un stent no evita que se puedan obstruir otras arterias, o incluso la misma que se ha intervenido, por lo que junto con la medicación antiagregante que haya pautado el médico, es recomendable:
Creado: 14 de mayo de 2021