Bleisure, cómo combinar viajes de trabajo con ocio

El sector turístico ha sufrido muchos cambios debido a la pandemia de COVID-19, sin embargo, después de haber permanecidos cerrados durante meses han sabido adaptarse a la situación e incluso muchos han hecho un pequeño giro hacia una tendencia cada vez más en auge, el bleisure, que no es otra cosa que combinar los viajes de trabajo con el ocio.

La propia palabra puede dar una pista de su significado, ya que está formada por la unión de bussines y leisure, negocios y ocio respectivamente. Se trata de una práctica que están aprovechando muchas personas para aprovechar el desplazamiento hasta las ciudades que visitan por trabajo para hacer algo de turismo, descubrir nuevos rincones y propuestas de ocio o restauración más allá de las empresas que visitan o los espacios de coworking o simplemente tomarse un tiempo para descansar.

Y es que cada vez son más las empresas que flexibilizan horarios y aumentan el teletrabajo, por lo que se abre un mundo de posibilidades para organizar mejor el tiempo, especialmente en los viajes laborales. Hasta ahora eran muchos los que se pasaban largas horas en un vuelo para llegar a un destino donde solo llegaban a conocer una mínima parte de la ciudad a través de los cristales del transporte que les llevaba y traía de la reunión de turno.

El 40% de los millennials y la generación Z realizan desplazamientos por trabajo, y de todos ellos, el 69% amplia su estancia para incluir tiempo libre

Pero esto cada vez se hace menos, según una encuesta llevada a cabo por Expedia Media Solutions el 60% de los viajes que se hicieron en 2019 por negocios incluyeron una parte dedicada al ocio. Además, explican que el 40% de los millennials y la generación Z realizan desplazamientos por trabajo, y de todos ellos, el 69% amplia su estancia para incluir tiempo libre.

Ventajas del bleisure para el trabajador

El perfil más común que encaja en este tipo de viajes es el de una persona cuyo trabajo está relacionado con las finanzas, tecnologías, administraciones públicas, educación o sanidad, según el estudio realizado por Expedia, y es que en este tipo de profesiones son muy comunes las reuniones comerciales, las conferencias o los llamados team building.

Las personas que practican el bleisure suelen ser curiosas, dinámicas e inquietas y tienen una gran facilidad para fusionar trabajo y placer. Poder aprovechar los viajes laborales para el disfrute propio tiene grandes ventajas como puedes pensar, estas son algunas de ellas:

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  Alargar vacaciones

  Estas pequeñas escapadas pueden hacerse en cualquier temporada del año, por lo que son perfectas para disfrutar sin tener que pedir días de vacaciones, o solo unos pocos.

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  Desconexión

  Poder hacer turismo en un sitio al que has viajado por trabajo después de tu jornada puede ser alentador para el empleado, de esta manera estará más contento y motivado, algo muy importante que se ha relacionado con mayor productividad y creatividad.

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  Ahorro de dinero

  Aunque tengas que pagarte un alojamiento o billete de ida o de vuelta fuera de las fechas del viaje de trabajo, es un desembolso menor que costearte todo de cero. Por ello, es una buena manera de ahorrar algo de dinero, e incluso algunas empresas se ofrecen a costear el transporte aunque sea después de las obligaciones laborales, pues así al menos se aseguran de no comprar un billete en balde si no se va a usar y muchas veces sale más barato coger ida y vuelta que solo ida.

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  Tachar destinos en el mapa

  Son muchos los que han viajado por trabajo a infinidad de países pero que no han podido disfrutar bien de ellos por falta de tiempo. Con el bleisure eso no ocurre, pues puedes recorrer la ciudad y conocer lo más emblemático, ampliando tus experiencias.

5 consejos para practicar el bleisure

Esta nueva tendencia es tan importante que el sector turístico debería tener en cuenta a la hora de planificar la oferta de servicio, pues es una gran oportunidad para brindar a los viajeros una experiencia cómoda para trabajar y a la vez opciones para aprovechar su estancia y hacer turismo o descansar.

Aunque se piense en disfrutar, hay que tener claro que el trabajo debe ser la prioridad, pues es el verdadero motivo por el que se viaja. Sin embargo, planificando todo bien ambas cosas pueden ser perfectamente compatibles. Para conseguir este buen tándem ahí van algunos consejos:

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  Planifícate bien

  Cuando tengas marcado el viaje de trabajo y decidas que vas a ampliarlo por ocio lo primero que tendrás que hacer es apuntar que es lo que te interesa ver o hacer y cómo podrías adaptarlo a tu visita, en función de horarios, carga de trabajo o por distancia.

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  Informa de tus planes

  Esto queda a tu criterio, pero es mejor que le comentes a tu jefe que vas a ampliar la estancia para disfrutar de un tiempo de descanso o de disfrute. De esta manera incluso podría proponerte algún acuerdo para tu billete de vuelta o incluso con alguna bonificación extra. ¡Quién sabe!

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  Cuadra tus viajes con el fin de semana

  Si puedes elegir las fechas de tu viaje intenta que tus obligaciones laborales terminen hacia el jueves o viernes, así podrás juntarlos con el fin de semana sin tener que pedir días libres. También puedes hacerlo al contrario, los compromisos de trabajo ponerlos el lunes y viajar el viernes o sábado anterior.

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  Busca tarifas preferenciales

  En algunas ocasiones hay ofertas especiales en alojamientos por superar un número de días, o servicios turísticos con descuentos o incluso gratuitos con algunas tarjetas. Infórmate bien y podrás ahorrarte algo de dinero, sin dejar a un lado el disfrute.

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  Sé honesto

  Una vez que termine tu viaje laboral y empiece el de ocio no utilices ningún beneficio del primero, eso incluye no utilizar las tarjetas de la empresa o cargar a la habitación servicios o comida a cuenta ajena. Piensa que es un viaje completamente diferente aunque te encuentres en el mismo sitio.

Ideas de destinos donde disfrutar el bleisure

Para terminar te damos algunas ideas de lugares en los que puedes aprovechar para practicar el bleisure, aunque siempre puede adaptarse a cualquier destino. Dentro de España la mayoría de viajes por trabajo se realizan a las grandes urbes, como Madrid, Barcelona, Sevilla o Valencia, lugares que además de ser perfectos para una reunión o conferencia de trabajo también tienen grandes atractivos turísticos que disfrutar.

Una salida a la Sagrada Familia de Barcelona, un paseo por el Retiro de Madrid, visitar la Plaza de España de Sevilla o el Oceanografic de Valencia son solo algunas ideas de cómo aprovechar el tiempo libre después del trabajo. Pero hay infinidad de opciones, exposiciones, musicales, conciertos, restaurantes… Solo tienes que visitar las agendas turísticas de la ciudad para encontrar el mejor plan para ti.

Lo mismo ocurre si tu destino es internacional, como Berlín, Londres o Nueva York, no obstante, en estos casos la planificación puede que tenga que ser algo mayor, pues pueden requerir algún tipo de documento extra o de anticipación en la compra de las entradas. Aprovecha para conocer todo lo que puedas en tu viaje, es una gran oportunidad que no deberías dejar escapar.