Enoturismo
El enoturismo es una opción en auge para disfrutar del turismo gastronómico y cultural, un plan especialmente atractivo para adultos mayores, ya que combina de forma placentera el vino, el ocio y la salud.

Enoturismo, motivos y actividades para disfrutar del vino en la tercera edad

Por: Marina García

Periodista, experta en salud y tercera edad

Actualizado: 13 de noviembre de 2024

Aunque nos solemos centrar en las típicas visitas a los monumentos y museos cuando queremos descubrir una ciudad, existen muchas formas de conocer, desde una perspectiva diferente, una nueva región. El turismo gastronómico es una de ellas, y en los últimos años está en auge tanto por el interés que despierta el mundo culinario, como por el trabajo que se está realizando en la hostelería para mostrar y poner en valor los productos típicos de cada zona como parte de su patrimonio.

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¿Qué es el enoturismo?

Dentro de este turismo gastronómico destaca el enoturismo, o turismo enólogo, a través del cual se muestra la riqueza de las zonas de producción vinícola. El enoturismo es una modalidad de turismo que gira en torno al vino y todo lo relacionado con su producción, cultura y consumo. Las actividades que engloba esta alternativa turística van desde la visita a las tierras de plantación de la vid hasta el momento final en el que se obtiene el vino. Resulta muy atrayente tanto para las personas que no tienen conocimientos enólogos porque descubren cómo se desarrolla la producción, como para los más expertos en vino que cada temporada quieren aprender las novedades de las nuevas cosechas.

Debido a que las actividades relacionadas con el turismo enólogo son tranquilas, se realizan en grupo y no suelen suponer un gran esfuerzo físico ni económico, resultan un plan perfecto para las personas mayores.

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Enoturismo en la tercera edad

¿Por qué realizar enoturismo en la tercera edad?

El turismo enólogo es sin duda una opción de ocio completa e interesante para las personas mayores por una serie de motivos:

  • Aunque el vino no entiende de edades, es cierto que sus amantes suelen ser adultos mayores con formación enológica o con ganas de aprender más sobre el vino que degustan en la mesa.
  • Es un turismo que no supone una actividad física elevada, como puede ser la visita andando a una ciudad. Entre los planes enólogos se encuentran visitar una bodega, o realizar una cata, por lo que no conlleva demasiado esfuerzo.
  • Se puede realizar en cualquier momento del año, algo que agradecen las personas jubiladas para poder disfrutar de actividades de ocio fuera de las temporadas de vacaciones, que suelen resultar más caras y están más masificadas de gente.
  • Normalmente las actividades se realizan en grupo, por lo que son aptas tanto para parejas, como para ir con amigos o solos. Se realizan en un ambiente muy abierto y distendido por lo que los que acuden sin compañía no se sienten apartados.
  • El consumo de alcohol sin moderación no es recomendable para nadie, y menos para una persona mayor, pero el enoturismo no consiste en ir a una bodega a beber vino; es cierto que puede haber una cata, pero la cantidad que se consume es mínima y siempre se puede renunciar a ella si no se puede consumir alcohol por motivos de salud. De forma moderada, y siempre que no esté contraindicado, el consumo moderado de vino puede tener un efecto positivo sobre la salud cardiovascular.
  • El auge del enoturismo ha llevada al sector hotelero a adaptar sus instalaciones a la demanda, por lo que ya es muy fácil reservar habitación en un hotel y que ofrezca visitas a bodegas, o incluso la tenga el propio establecimiento, por lo que para las personas mayores resulta una actividad muy fácil y cómoda de planificar.
  • Existen muchas regiones vinícolas por lo que es otra forma de conocer zonas ya visitadas previamente, pero desde otro punto de vista.
  • Los viajes de turismo enólogo pueden ser escapadas de uno o dos días, por lo que son perfectas para las personas mayores que no les gusta salir de su rutina, o estar mucho tiempo fuera de casa.
  • En una escapada enoturista se puede combinar la visita cultural con tratamientos de salud y belleza basados en las propiedades antioxidantes y cosméticas de la uva.

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Adulto mayor haciendo una cata de vino en una bodega

Las catas en las que prueban y conocen diferentes tipos de vinos son una estupenda opcion de enoturismo para adultos mayores.

10 Actividades de enoturismo aptas para mayores

El auge del turismo enólogo ha provocado que hayan surgido muchas y muy variadas actividades entorno a la producción del vino, desde visitas a los viñedos en bicicleta a talleres diversos donde conocer todos los aspectos relacionados con la cultura de este producto tan mediterráneo. Experiencias relajantes y enriquecedoras para los sénior, ya que suelen combinar el disfrute de la naturaleza, la cultura y el aprendizaje sobre el vino. 

Aunque depende de los gustos, intereses e incluso de la capacidad física de cada uno, en términos generales, las personas mayores pueden disfrutar de estas actividades relacionadas con el enoturismo:

  1. Visita a bodegas: es la alternativa más común y en la que también se engloban otras actividades. Suele comenzar con la visita a los campos donde están plantados los viñedos, con una explicación de su cuidado y recolección de la uva. A continuación, se suele detallar el proceso que se sigue desde que se recolecta la uva hasta que se embotella, para después explicar la conservación del vino. Si en la bodega se produce vino de diferentes uvas, se suelen exponer las diferencias entre una y otra. Se termina, como no, con una cata del vino. Estas visitas son tranquilas, suelen estar adaptadas en accesibilidad, y permiten aprender y disfrutar del entorno sin requerir actividad física intensa.
  2. Cata de vino: se pueden realizar catas de vino tanto en bodegas como en otros establecimientos ya sean clubs, hoteles o restaurantes. En las catas se explica las características que distinguen a un vino de otro, como el olor, el sabor, el color, etcétera, y se hacen comparativas entre varios tipos. Además, muchas de ellas suelen ir acompañadas de aperitivos o la degustación de quesos u otros manjares maridados para la ocasión.
  3. Cursos de cata de vino: para quienes quieren aprender a reconocer y distinguir los diferentes tipos de vinos, desde nivel inicial a avanzado. Pueden ser intensivos de un día o más largos. También son una opción perfecta para regalar a nuestros mayores en días especiales.
  4. Escapadas con itinerarios culturales: son excursiones, normalmente de fin de semana, en las que se conoce una zona vinícola. Lo común es visitar varias bodegas, realizar una comida en el entorno con platos propios de la tierra y combinarlo con excursiones culturales a pueblos o ciudades de la región.
  5. Paseos por viñedos: algunos viñedos ofrecen paseos ligeros por sus tierras, permitiendo disfrutar del paisaje y aprender sobre el cultivo de la vid. Estos pequeños itinerarios pueden estar adaptados para personas con movilidad reducida o incluso algunas rutas de enoturismo ofrecen la opción de recorrer viñedos y paisajes en trenes turísticos o bicicletas eléctricas, lo cual permite disfrutar de la vista sin tener que caminar demasiado.  
  6. Sesiones de vinoterapia: las propiedades antioxidantes de la uva han llevado a esta fruta al mundo de la cosmética, por lo que ya podemos encontrar bodegas y hoteles que completan su plan enólogo con una sesión de relajación y belleza de vinoterapia. Entre los rituales se encuentran la exfoliación de cara y cuerpo, masajes con vino y aceite de semilla de uva e hidromasajes.
  7. Talleres de maridaje: participar en talleres de maridaje puede ser una excelente opción, ya que permiten aprender cómo combinar vinos con diferentes alimentos. Esta actividad es ideal para personas mayores que disfrutan de la gastronomía y quieren ampliar su conocimiento en un ambiente relajado.
  8. Cenas o comidas en bodegas: muchas bodegas cuentan con restaurantes donde se puede disfrutar de platos típicos de la región, acompañados por sus mejores vinos. Esto permite a los mayores disfrutar de una experiencia gastronómica completa en un entorno tranquilo y confortable.
  9. Experiencias de vendimia: durante la temporada de cosecha, algunas bodegas ofrecen la oportunidad de participar en la vendimia. Aunque el trabajo físico puede limitarse, esta experiencia es enriquecedora, pues permite conocer de cerca las tradiciones vitivinícolas y compartir un momento especial con los locales.
  10. Talleres de creación de vino: existen bodegas que organizan talleres donde los visitantes pueden crear su propio vino, seleccionando la uva y aprendiendo sobre los procesos de mezcla y envejecimiento. Es una experiencia educativa y divertida que puede ser adaptada para personas mayores.

Creado: 15 de marzo de 2017

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