Tratamiento de las varices
Por: Dr. Julio César Montenegro Serrano
Especialista en Medicina del Trabajo
Actualizado: 27 de septiembre de 2022
Las varices son una enfermedad degenerativa y progresiva que, generalmente, no es grave, pero resultan antiestéticas y pueden causar molestias. En muchos casos, el tratamiento de las varices será paliativo, es decir, servirá para aliviar la sintomatología y evitar o retrasar su progresión. En otros, pueden curarse definitivamente.
Debe plantearse el tratamiento en el caso de las varices desarrolladas, las que han producido alteraciones en la piel o grasa subcutánea, y aquellas en las que se quieren evitar futuras complicaciones (riesgo de tromboflebitis, úlceras o hemorragias). Por motivos puramente estéticos pueden tratarse las varículas o las arañas vasculares.
En este apartado se relacionan brevemente los diversos tratamientos de las varices disponibles. No obstante, es importante resaltar que, antes de iniciar cualquier terapia, es preciso consultar con un profesional cualificado, que aconsejará sobre las técnicas más adecuadas en cada caso, y las ventajas e inconvenientes de las mismas, así como sus posibles contraindicaciones o complicaciones.
Medidas físico-higiénicas
Consisten en la corrección de los factores que dan lugar a la aparición de varices y que se describen en el siguiente apartado de prevención. No curan las varices, pero mejoran los síntomas y evitan el desarrollo de complicaciones. Se debe controlar el sobrepeso y realizar ejercicios que favorezcan el retorno venoso mediante el desarrollo de la musculatura de las piernas. Es importante la higiene cuidadosa y la hidratación de la piel de las piernas. En la mayoría de los casos es recomendable el uso de medias elásticas de compresión.
Fármacos para las varices
Existen numerosos medicamentos que actúan aumentando el tono de la pared venosa, o mejorando la reabsorción del exudado, y otros que ayudan a aliviar los síntomas o tratar las complicaciones. Son fundamentalmente útiles, como medidas complementarias al resto de tratamientos.
Entre los medicamentos que más se utilizan en el tratamiento de las varices destacan:
Para aumentar el tono venoso
Cuando la vena está afectada por varices, su pared se dilata y debilita. Hay medicamentos que vuelven a dar firmeza a la pared alterada y reducen la extravasación de plasma, proteínas o agua en el tejido que rodea a los vasos, impiden la formación de edemas y reducen los ya existentes, como:
Anticoagulantes de uso tópico
Impiden la formación de trombos, facilitando la circulación y limitando o eliminando los acúmulos de glóbulos rojos en los tejidos.
Para el tratamiento de las complicaciones es necesario administrar también otros medicamentos, entre los que se pueden citar:
Hay otros muchos medicamentos que pueden utilizarse (siempre bajo prescripción médica), en determinados casos, en el tratamiento de las varices y dependiendo de la existencia, o no, de otros procesos patológicos que coincidan en un mismo paciente.
Cirugía para tratar las varices
Método tradicional o stipping
Consiste en eliminar las venas afectadas seccionándolas entre dos ligaduras realizadas en sus extremos y extirpándolas por tracción. Sus ramas colaterales se extraen mediante microincisiones. Este tratamiento plantea varios problemas, pues, por una parte, requiere anestesia general y se necesita una convalecencia más larga y, por otra, los resultados estéticos no son muy buenos, ocasionan hematomas y dolores y, además, con el tiempo, pueden volver a aparecer varices afectando a otras venas.
Además, al eliminar, generalmente, la vena safena, se impide la posibilidad de utilizar posteriormente esta para realizar otras intervenciones como un bypass. Es posible, a veces, al extraer la vena, que se lesione el nervio safeno, que discurre cerca de ella, produciendo parestesias.
Microcirugía
Es una técnica más moderna en la que se eliminan únicamente los trayectos afectados, mediante incisiones mínimas.
Esta técnica tiene varias ventajas sobre la cirugía tradicional, pues se realiza con anestesia local y no precisa estancia hospitalaria, la recuperación es, por lo tanto, casi inmediata, el resultado estético es mejor, y al suprimir solo los trayectos afectados, se conserva la posibilidad de utilizar los tramos sanos para un posible by pass.
Escleroterapia
Consiste en producir la irritación de las paredes interiores de la vena (endotelio), de manera que esta se cierre por sí misma, quedando esclerosada, es decir, como un cordón cicatrizado sin sangre en su interior y, por tanto, prácticamente invisible.
Su mayor problema es la posibilidad de que, si la esclerosis no es total, la vena pasado el tiempo pueda volver a abrirse y dejar fluir la sangre, aunque el avance de las técnicas está reduciendo de forma muy importante esta posibilidad. También es preciso tener en cuenta que no todas las varices pueden tratarse con estas técnicas.
La esclerosis se puede conseguir fundamentalmente de dos formas:
Láser o fotoesclerosis
El láser es un rayo de luz de un solo color (monocroma) que es captada específicamente por un color. Las células que tienen ese color, absorben la energía luminosa, se calientan, y terminan por destruirse por este calentamiento, sin que esta destrucción afecte a los tejidos circundantes. En los tratamientos con láser de las varices lo que se calientan son los glóbulos rojos y, al transmitir ese calor al endotelio, hacen que este se esclerose.
Se pueden diferenciar varias formas de aplicación del láser:
Radiofrecuencia
Se utilizan ondas de radio que mediante la introducción en la vena de un catéter con dos polos, que son los que transmiten la energía térmica a la pared del endotelio, producen el cierre de la vena. No se puede utilizar en venas muy tortuosas.
Creado: 4 de agosto de 2010