Vértigo
¿Todo te da vueltas? Saber distinguir si esa sensación es un mareo o un vértigo es clave para poder tratarlo con eficacia. Hay más de 300 causas que pueden producir este problema, más frecuente en mujeres mayores de 50 años.

Diagnóstico del vértigo

Diagnóstico del vértigo

La otoscopia ayuda a descartar si se trata de una infección, vértigo u otro problema.

Por: María Dolores Tuñón

Médico Residente de Medicina Familiar y Comunitaria

Por: Dr. José Antonio Nuevo González

Especialista en Medicina Interna. Servicio de Urgencias del Hospital Gregorio Marañón de Madrid

Actualizado: 28 de junio de 2022

Para llegar a un diagnóstico de vértigo acertado, en primer lugar es necesario realizar una buena historia clínica, en la que se debe incluir la forma de inicio del cuadro, la existencia de síntomas asociados (náuseas, vómitos, hipotensión), los factores que alivian o empeoran el vértigo, así como los antecedentes familiares del paciente.

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Es importante comprobar la motilidad ocular, porque cuando es anómala puede indicar que existe una disfunción del oído interno o de las conexiones nerviosas entre este y el cerebro. El nistagmo horizontal es propio del vértigo periférico, mientras que el vertical se relaciona con el vértigo central.

El examen del conducto auditivo con el otoscopio puede poner de manifiesto la presencia de algún exudado o secreción otológica o dolor, que indicaría que es más probable que se trate de una infección que de cualquier otro problema anatómico.

Además, es preciso evaluar el reflejo vestíbulo-ocular; normalmente esto se hace girando la cabeza del paciente mientras este fija la mirada en un punto (como la nariz del médico).

La evaluación de la audición tiene como objeto ayudar a diferenciar un vértigo periférico de uno central.

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Algunas maniobras clásicas, como la de Dix-Hallpike, ponen de manifiesto alteraciones propias del vértigo periférico (vértigo posicional paroxístico benigno), y que puede ser incluso terapéutica en algunas ocasiones. Consiste en girar hacia un lado la cabeza tumbando bruscamente a la persona afectada y manteniendo posteriormente la cabeza por debajo levemente del plano de la camilla. Debe ser realizada por profesionales para evitar complicaciones.

Realizar pruebas de imagen como radiografías, resonancia y TAC sirve para descartar algunos problemas mayores como un tumor del nervio vestibular, o bien un traumatismo o fractura importante.

Si el vértigo se acompaña de otros síntomas como cefaleas, visión doble, falta de coordinación en los movimientos, debilidad en las extremidades y lenguaje ininteligible, puede ser indicio de la existencia de un trastorno neurológico cerebral.

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